La provincia de León celebra el regreso de uno de sus restaurantes más emblemáticos, La Praillona, que reabre sus puertas tras un periodo de inactividad. Este establecimiento, que se había convertido en un referente de la gastronomía de montaña, cerró el pasado mes de agosto debido a la jubilación de sus anteriores propietarios, quienes dedicaron casi cuarenta años a ofrecer una cocina de calidad que recibió numerosos reconocimientos, incluyendo los prestigiosos soles de la Guía Repsol y menciones en la Guía Michelin.
Con el objetivo de mantener viva la tradición culinaria de la zona, dos vecinos de Boñar, Nuria y Diego, han decidido reabrir el restaurante bajo el mismo nombre, pero con un enfoque renovado que busca atraer tanto a los antiguos clientes como a nuevos comensales. La nueva Praillona abrirá sus puertas este viernes con una promoción especial: los clientes que realicen su primera consumición recibirán la segunda de forma gratuita.
Un nuevo capítulo para La Praillona
El fin de semana siguiente al inicio de su actividad, el restaurante comenzará a ofrecer comidas, comenzando con un menú de fin de semana que, aunque provisional, promete mantener la esencia del negocio clásico que ha caracterizado a La Praillona durante décadas. Nuria y Diego están trabajando en la elaboración de una nueva carta que, aunque se actualizará, buscará conservar los sabores y platos que hicieron famosa a la casa.
La comunidad local ha mostrado un gran entusiasmo ante la reactivación de este emblemático local, que no solo representa una opción gastronómica de calidad, sino también un importante punto de encuentro social. La Praillona ha sido, y seguirá siendo, un lugar donde se entrelazan la gastronomía, la cultura y las tradiciones de la montaña leonesa.
Con su reapertura, La Praillona espera no solo revivir la historia de un restaurante que ha dejado huella en la gastronomía local, sino también crear nuevos recuerdos y experiencias para las futuras generaciones de comensales. La apuesta de Nuria y Diego por continuar con el legado de sus predecesores es un testimonio del aprecio por la cultura culinaria de la región.
La comunidad de Boñar, al igual que muchos amantes de la buena comida, están deseosos de ver cómo este clásico se reinventa para adaptarse a los nuevos tiempos, sin perder de vista sus raíces y el compromiso con la calidad que siempre lo ha caracterizado.
