miércoles, octubre 22, 2025

La intervención temprana puede prevenir el TDAH en niños

Los síntomas del TDAH en niños menores de cinco años pueden ser tratados antes de un diagnóstico formal.
por 14 octubre, 2025
Lectura de 2 min

La historia de Lucas, un niño de cinco años, refleja una realidad que viven muchos menores en sus primeros años de escolarización. Mientras sus compañeros se concentran en actividades tranquilas, Lucas no para de moverse, hablar y explorar su entorno. La preocupación de su madre ante los constantes comentarios de los profesores sobre su hiperactividad es común entre las familias. Sin embargo, la respuesta habitual es esperar a que el niño madure antes de considerar un posible diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el cual afecta aproximadamente a 1 de cada 20 niños en todo el mundo.

La importancia de la detección temprana

La espera para un diagnóstico puede resultar perjudicial. Antes de los cinco años, muchos niños ya muestran señales que pueden indicar un riesgo de desarrollar TDAH. Estas conductas, que a menudo se interpretan como parte del desarrollo normal, pueden pasar desapercibidas. Las niñas, en particular, suelen ser diagnosticadas con menos frecuencia, ya que tienden a manifestar menos problemas de conducta y se adaptan mejor a las expectativas educativas. Esta situación agrava aún más la falta de recursos psicopedagógicos disponibles para los niños de entornos socioeconómicos desfavorecidos, quienes son los más afectados por el TDAH.

Sin intervención, los síntomas pueden persistir hasta la adultez, lo que puede llevar a una serie de experiencias negativas que afectan la autoestima y las relaciones sociales. A medida que los niños enfrentan constantes fracasos, su desarrollo emocional puede verse comprometido, generando un ciclo difícil de romper.

Intervención sin diagnóstico: un nuevo enfoque

El estigma asociado a un diagnóstico temprano del TDAH puede ser un obstáculo para la intervención. Sin embargo, los expertos sugieren que no es necesario esperar a que un especialista confirme un diagnóstico para comenzar a ayudar. La intervención temprana se centra en el desarrollo de habilidades neurocognitivas clave y puede utilizar actividades lúdicas para fomentar el autocontrol, la atención sostenida y la capacidad de seguir instrucciones.

Existen estrategias sencillas que pueden implementarse en el aula para ayudar a niños como Lucas y, al mismo tiempo, beneficiar a sus compañeros. Por ejemplo, en lugar de pedir que un niño camine en silencio, se le puede invitar a moverse imitando a un animal o a un robot. Esta técnica no solo mejora el control inhibitorio, sino que también transforma el movimiento en parte integral de la actividad escolar.

La lectura activa es otra estrategia valiosa. Permitir que los niños imiten los gestos y movimientos de los personajes durante una lectura compartida no solo mejora la atención auditiva, sino que también promueve la actividad motora de manera positiva. Además, introducir rutinas de autorregulación emocional y conductual, como el “semáforo” (una pausa para reflexionar antes de una tarea), puede prevenir comportamientos disruptivos.

Neutralizar los síntomas del TDAH en la etapa preescolar no solo representa una forma de prevenir dificultades futuras, sino que también se convierte en una oportunidad para potenciar las habilidades que estos niños pueden desarrollar. Estudios recientes indican que los adultos con TDAH suelen presentar niveles superiores de creatividad y pensamiento divergente que aquellos sin el trastorno, así como una notable capacidad para concentrarse en actividades que les motivan.

Imaginemos un sistema educativo que no espera un diagnóstico oficial para actuar, sino que se adapta a las necesidades de cada niño. Lucas podría ser un ejemplo de cómo un enfoque positivo y proactivo puede transformar su experiencia escolar. En lugar de ser visto solo como un niño inquieto, podría aprender a canalizar su energía de manera constructiva, desarrollando habilidades que le servirán a lo largo de su vida.

Este enfoque, defendido por expertos como Jonatan Molina Torres, promueve una educación inclusiva y adaptativa que busca el bienestar de todos los niños, sin etiquetas que puedan limitar su potencial. La clave es actuar pronto y de manera eficaz, brindando el apoyo necesario que permita a cada niño, incluido Lucas, florecer en su entorno educativo.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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