La educación ha evolucionado en respuesta a los cambios sociales, económicos y culturales, y en la actualidad, la formación a lo largo de la vida se ha convertido en una necesidad ineludible. Las recientes transformaciones tecnológicas y la globalización han dado lugar a un nuevo paradigma educativo que trasciende las expectativas tradicionales sobre el aprendizaje, permitiendo que cualquier actividad destinada a mejorar conocimientos y habilidades sea considerada parte de este proceso formativo continuo.
Modelos educativos que se adaptan a la demanda
La formación a lo largo de la vida integra educación formal, no formal e informal. Dentro de la educación formal, se destacan programas de formación continua, como los destinados a adultos que buscan obtener titulaciones específicas. Estos programas han vivido un notable crecimiento, con un incremento del 32 % en las matrículas en los últimos cinco años, especialmente en áreas tecnológicas y sanitarias.
En el ámbito de la educación no formal, los MOOC (Massive Open Online Courses) han democratizado el acceso a contenidos de calidad. Según datos de 2021, aproximadamente 220 millones de estudiantes participaron en estos cursos, que ofrecen más de 19 400 opciones educativas. A su vez, los Certificados de Profesionalidad, reconocidos por la industria, permiten a los trabajadores adquirir nuevas competencias en campos como la tecnología o el marketing digital.
El aprendizaje informal también juega un papel crucial, permitiendo que los individuos se formen a través de comunidades de práctica, autoformación con recursos digitales y mentorías de expertos. Este enfoque diversificado ha hecho que la formación continua sea más accesible y adaptada a las necesidades de cada persona.
Crecimiento de la formación continua en el mercado laboral
El crecimiento de la demanda de formación continúa siendo exponencial. En la actualidad, un 54 % de los trabajadores ha participado en alguna actividad formativa en el último año, en comparación con el 38 % en 2015. Esta tendencia se atribuye a factores como la automatización y la transformación digital. Según el Foro Económico Mundial (2023), se estima que el 50 % de los empleados necesitarán recualificarse antes de 2027 debido a la integración de nuevas tecnologías en el entorno laboral.
La longitud de las carreras profesionales ha aumentado, con una media de 12 cambios de empleo a lo largo de la vida laboral, frente a los 7 cambios registrados hace una década. Este cambio en el paradigma laboral se ve complementado por una mayor esperanza de vida, lo que incrementa la necesidad de actualización continua para mantener la empleabilidad en edades avanzadas.
El mercado de formación continua está en plena expansión, valorado en aproximadamente 350 000 millones de dólares, con un crecimiento proyectado del 14 % anual hasta 2028. En Europa, la inversión en programas de upskilling y reskilling ha aumentado un 27 % en los últimos tres años. España refleja esta tendencia con un incremento del 41 % en la participación en actividades de formación continua desde 2020, aunque todavía se encuentra por debajo de la media europea.
Este crecimiento sostenido en la demanda y oferta de alternativas formativas está impulsado principalmente por la transformación digital, los cambios en el mercado laboral y la necesidad de adaptación constante.
El futuro de la educación parece orientarse hacia modelos cada vez más flexibles y personalizados, donde la capacidad de aprender a aprender será crucial para navegar en un entorno en constante evolución. Las plataformas que utilizan inteligencia artificial para ofrecer itinerarios formativos individualizados y las micro-credenciales enfocadas en competencias específicas son ejemplos de cómo la formación continua se adapta a las exigencias del mercado.
Las personas involucradas en este análisis no tienen vínculos laborales ni reciben financiación de ninguna compañía que pueda beneficiarse de este artículo, manteniendo así la objetividad y transparencia en la información presentada.
