La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha publicado su análisis estacional para los próximos meses, advirtiendo sobre un final de verano que no será lo que muchos esperaban. Según el informe, las temperaturas en España durante los meses de agosto, septiembre y octubre se prevén más altas de lo habitual, lo que podría tener un impacto significativo en la vida cotidiana de los españoles.
El análisis de la AEMET revela que existe entre un 60 % y un 70 % de probabilidad de que agosto y septiembre sean más cálidos de lo normal en todo el territorio nacional. Esta tendencia incluye tanto las zonas interiores como las costeras, así como los archipiélagos y áreas tradicionalmente más frescas. La previsión indica que el calor intenso no solo regresará esta semana, sino que podría persistir hasta bien entrado septiembre.
Un verano sin tregua
El mes de julio ha presentado temperaturas más suaves de lo habitual en algunas regiones, con valores altos pero lejos de los extremos que suelen caracterizar esta época del año. Sin embargo, el regreso del calor con fuerza ha sido un duro golpe para quienes esperaban un descenso térmico duradero tras el final de julio.
La AEMET destaca que, aunque pueden ocurrir jornadas o semanas algo más frescas, la tendencia general será de un calor más intenso que en años anteriores durante las mismas fechas. Esta situación genera preocupación no solo por el bienestar de los ciudadanos, sino también por su posible repercusión en la salud y el confort diario.
Precipitaciones y sequía
Además del aumento de las temperaturas, el informe de la AEMET ofrece malas noticias sobre las precipitaciones. Se estima un 50 % de probabilidad de que varias regiones de España experimenten un final de verano más seco de lo habitual, concretamente en el sur de Galicia, el oeste y centro peninsular, así como en Canarias.
Para el resto del país, aunque la AEMET no establece una tendencia clara, tampoco se observan signos de una recuperación hídrica significativa. Esta situación refuerza la idea de que el calor seguirá siendo el protagonista del verano, acompañado de una posible acentuación de la sequía en áreas sensibles.
Con este panorama, los españoles se preparan para un final de verano marcado por el calor extremo y la falta de lluvias, lo que plantea desafíos en cuanto a la salud pública y la gestión de recursos hídricos. La AEMET continuará monitoreando la situación y actualizando sus previsiones conforme se acerque el final de la temporada estival.
