Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han comenzado una investigación tras el asesinato a tiros de dos palestinos en la ciudad cisjordana de Yenín durante un operativo militar. Los dos hombres, que según el Ejército israelí se habían rendido, fueron calificados como «terroristas» por el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves, cuando las tropas rodearon un edificio donde se encontraban los sospechosos. En un comunicado, el Ejército detalló que se intentó llevar a cabo un procedimiento de rendición que se prolongó durante varias horas, pero finalmente los disparos fueron letales. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a los palestinos arrodillados con las manos en alto, una señal de rendición, antes de ser abatidos a quemarropa por los soldados.
Reacciones y acusaciones
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, respaldó la actuación de las tropas, afirmando que «los terroristas debían morir». Esta declaración ha suscitado una ola de críticas tanto a nivel local como internacional.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) condenó el suceso, calificándolo como una «ejecución a sangre fría» de dos «jóvenes palestinos desarmados». En un comunicado, Hamas denunció el desprecio por la vida palestina y lo calificó como un acto que refleja la mentalidad criminal de la ocupación israelí. Desde su perspectiva, este incidente no es aislado, sino parte de un patrón sistemático de violencia contra el pueblo palestino en Cisjordania.
Además, el diario ‘Filastin’, afín a Hamas, subrayó que los palestinos habían salido del edificio sin representar ninguna amenaza, lo que agrava la gravedad de la situación. Este tipo de incidentes plantea serias preguntas sobre los protocolos de actuación de las fuerzas israelíes en situaciones de rendición.
Contexto de la violencia en la región
La situación en Cisjordania se encuentra tensa, con frecuentes enfrentamientos y operaciones militares por parte de Israel. En el contexto actual, el Gobierno israelí ha intensificado sus acciones en respuesta a lo que considera amenazas a su seguridad. El acuerdo de alto el fuego con Líbano se ha mantenido durante un año, aunque los ataques diarios continúan complicando la situación regional.
Este último episodio se suma a una larga lista de incidentes violentos que han alimentado el ciclo de violencia en la región. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos, que siguen desafiando los esfuerzos por alcanzar una paz duradera en Oriente Medio.
