Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de León (ULE) sugiere que el vino desalcoholizado podría ser clave para aumentar las exportaciones españolas. La investigación, publicada en la revista Mercados del Vino y la Distribución, se centra en las tendencias de consumo de estos vinos y su potencial en un mercado en transformación.
La autora principal, Rosana Fuentes Fernández, junto al profesor José Luis del Campo Villares, han explorado la creciente demanda de vino desalcoholizado, especialmente entre los jóvenes. Este análisis se lleva a cabo en un contexto en el que las tendencias de salud y sostenibilidad están redefiniendo el consumo de alcohol en España.
Un mercado en evolución
El estudio revela que un 87,5% de los encuestados entre 18 y 35 años muestra interés por los vinos desalcoholizados, y un 63,5% de ellos lo hace por razones de salud. Esta inclinación está impulsada por un cambio en los hábitos de consumo, donde los consumidores buscan alternativas más saludables sin renunciar al placer del vino.
Fuentes ha destacado que «no existía un estudio que analizara cómo el sector podría adaptarse a los nuevos hábitos de consumo», lo que resalta la relevancia de esta investigación. La creciente participación de mujeres en el sector también está contribuyendo a la popularidad de estos productos, tanto en términos de producción como de consumo.
Oportunidades en el mercado internacional
En cuanto a las oportunidades de diversificación e innovación, Fuentes plantea que el sector del vino desalcoholizado podría ayudar a revitalizar un mercado que tradicionalmente ha sido considerado maduro. Con el auge de la demanda en el ámbito internacional, España podría beneficiarse de esta tendencia, a pesar de que actualmente países como Francia y Alemania lideran en producción y consumo.
Las nuevas legislaciones y el interés creciente por parte de los consumidores presentan una ventana de oportunidad para que España recupere terreno en este segmento. «El futuro es prometedor», concluye Fuentes, subrayando que el interés por el vino desalcoholizado refleja un cambio cultural significativo en la sociedad española.
