El Seprona ha llevado a cabo una intensa campaña de control en la provincia de Ciudad Real, resultando en la investigación de 11 personas por delitos relacionados con incendios forestales. Estas acciones se han centrado en la prevención y vigilancia de comportamientos que podrían desencadenar siniestros, así como en la investigación de los incendios ya ocurridos.
Durante los meses de verano, los incendios forestales representan un reto medioambiental significativo. Por ello, el Seprona ha reforzado sus esfuerzos preventivos en zonas rurales y forestales de la provincia, realizando inspecciones en explotaciones agrícolas y ganaderas, revisiones de cortafuegos y quemas controladas, además de llevar a cabo vigilancia terrestre en áreas de alto riesgo.
Investigaciones y sanciones
Como resultado de estas acciones, se han interpuesto más de 35 denuncias administrativas por infracciones en materia de prevención y uso del fuego en el campo. Las principales causas detectadas incluyen negligencias en labores agrícolas, quemas no autorizadas de restos vegetales, así como el uso de maquinaria sin las debidas medidas de seguridad, especialmente en días de riesgo muy alto y extremo.
La colaboración entre administraciones, cuerpos de extinción y entidades de vigilancia ha sido fundamental para avanzar en la detección temprana de incendios, esclareciendo sus causas y logrando la identificación de los presuntos responsables. El Seprona ha jugado un papel clave en esta cooperación con la Comunidad Autónoma, así como con los servicios de emergencias y protección civil, en el marco del Plan Provincial de prevención y lucha contra incendios forestales.
Conciencia y educación ambiental
Además de las labores de investigación, se ha intensificado la educación ambiental y la sensibilización ciudadana, recordando la importancia de comunicar de inmediato cualquier indicio de fuego al teléfono de urgencias 062 o al 112. Esta comunicación es vital ante cualquier actividad sospechosa en el monte.
El Seprona ha enfatizado que los incendios forestales no solo amenazan el patrimonio natural, sino que también ponen en riesgo vidas humanas y bienes esenciales. Por ello, la colaboración ciudadana es clave para la protección de nuestros montes. La lucha contra los incendios forestales es una responsabilidad compartida, donde la prevención es la mejor herramienta, y la investigación y acción legal son efectivas solo si van acompañadas de un uso responsable del entorno.
