El 1 de octubre de 2025, el FC Barcelona sufrió su primera derrota de la temporada al caer por 1-2 ante el Paris Saint-Germain en su primer partido de la Liga de Campeones como local. A pesar de un inicio prometedor, donde el equipo catalán se adelantó en el marcador, el ritmo frenético del campeón de Europa acabó por desfondar a los azulgranas, quienes vieron cómo Gonçalo Ramos sellaba la remontada en el último minuto.
El encuentro comenzó con una sorprendente actuación de Lamine Yamal, quien, con una espectacular jugada individual, dejó atrás a varios rivales antes de asistir a Ferran Torres. Sin embargo, el intento de gol fue frustrado por la defensa parisina. La insistencia del Barcelona dio frutos a los 19 minutos, cuando un buen toque de Yamal permitió a Torres abrir el marcador y poner al equipo en ventaja.
El PSG se recompone y responde a la adversidad
Con el 1-0 en el marcador, el Barcelona dominó la primera parte, pero el PSG, a pesar de su mal inicio, empezó a asentarse en el juego. La situación se complicó para la zaga azulgrana en el minuto 38, cuando Nuno Mendes se internó en el área rival y asistió a Mayulu, quien empató el partido con un potente disparo. Este gol supuso un duro golpe para el Barcelona, que vio cómo su control del juego se desvanecía.
La segunda mitad comenzó con un PSG revitalizado, que impuso un ritmo intenso y comenzó a crear más ocasiones de gol. A pesar de varias oportunidades, los parisinos no lograron concretar hasta el minuto 90, cuando Hakimi asistió a Gonçalo Ramos, quien no desaprovechó la oportunidad para marcar el 1-2 definitivo, llevando a su equipo a una victoria agónica.
El análisis del encuentro
El FC Barcelona, a pesar de su buen inicio, se mostró incapaz de mantener el ritmo ante un PSG que se adaptó rápidamente a las circunstancias del partido. La falta de profundidad en el mediocampo y el desgaste físico de algunos jugadores, como Pedri y Rashford, fueron determinantes en el desenlace del encuentro. A pesar de realizar cambios en los últimos minutos, el equipo no logró encontrar el equilibrio necesario para revertir la situación.
El encuentro, que tuvo lugar ante 50 207 espectadores, fue dirigido por el árbitro inglés Michael Oliver, quien mostró varias tarjetas amarillas, incluyendo a jugadores clave como Frenkie de Jong y Olmo. La derrota deja al Barcelona con mucho por reflexionar de cara a los próximos partidos de la Liga de Campeones, donde deberán mejorar su capacidad de respuesta ante rivales de alta exigencia.
