El Partido Popular (PP) ha declarado que no negociará los presupuestos regionales de 2026 a menos que el Gobierno asturiano reduzca los impuestos y retire la normativa sobre el IRPF que actualmente se encuentra en tramitación. Esta postura fue expuesta durante la primera reunión mantenida entre ambas partes el pasado viernes, donde se discutieron las cuentas para el próximo año.
Tras el encuentro, el presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo, afirmó que su partido no participará en la negociación de los presupuestos mientras esté vigente el proyecto de ley del IRPF, que considera «castigador» para la población asturiana. Queipo enfatizó que «estamos ante un gobierno que acepta que se encuentra en un momento histórico de máximos ingresos, pero que no quiere bajar los impuestos a los asturianos».
Reclamo de una rebaja fiscal
El dirigente del PP insistió en la necesidad de implementar una rebaja generalizada de impuestos en Asturias, con el objetivo de aliviar la carga económica que soportan los ciudadanos en su vida diaria. «Ante un gobierno que dice que tiene los mayores presupuestos de la historia, que salen de los bolsillos de los asturianos, hemos propuesto que se rebajen esos impuestos; ante su negativa, no vamos a negociar», declaró Queipo.
El líder popular también advirtió que «la puerta está cerrada totalmente» para cualquier negociación relacionada con los presupuestos mientras se mantenga el proyecto de ley de IRPF. A su juicio, esta normativa podría «redoblar la apuesta y someter a más el esfuerzo fiscal de los asturianos». Queipo fue contundente al afirmar que, «salvo que el Gobierno nos sorprenda con la retirada de ese proyecto de ley en estas semanas de tramitación, el Partido Popular no se va a sentar a hablar de nada que tenga que ver con este presupuesto».
Cuestionamiento de las cifras del Gobierno
Por otro lado, el presidente del PP de Asturias también expresó sus dudas sobre la fiabilidad de las cifras que maneja el Gobierno, recordando que el año pasado se cometieron errores en la estimación de ingresos que ascendieron a cientos de millones de euros. Este contexto de incertidumbre añade más presión a las negociaciones entre el PP y el Gobierno asturiano, que se enfrentan a un panorama económico complejo.
