El escritor Julien Green padecía un gran malestar al hacer las maletas, un hecho que documentó en su diario de 1933. A un día de iniciar sus viajes, su salud se deterioraba, y aunque no sabía la causa exacta de su aflicción, se puede suponer que el peso de los libros que quería llevar era parte del problema. A pesar de contar con la ayuda de mozos y botones, la carga literaria que un buen lector como Green asumía podía resultar abrumadora.
Curiosamente, el peso de las maletas fue un inconveniente que persistió durante siglos. Desde la invención de la rueda en Mesopotamia hasta 1989, los viajeros tuvieron que lidiar con el maletín tradicional. Fue entonces cuando el piloto de Northwest Airlines, Robert Plath, decidió innovar, dotando a las maletas de ruedas y un mango retráctil. Este invento se popularizó rápidamente en los años noventa, marcando un avance significativo en la experiencia de viajar.
La elección de libros para el viaje
Seleccionar los libros que nos acompañarán en un viaje es un placer inigualable, comparable solo a la anticipación de la aventura misma. Con los recuerdos de Julien Green en mente, muchos lectores sienten la emoción de preparar su maleta literaria, aunque sea un engorro. A menudo, la lista de títulos supera nuestras capacidades como viajeros, pero solo su mera mención provoca una ilusión especial.
Entre las lecturas elegidas para estas vacaciones, destaca El mundo bajo los párpados de Jacobo Siruela, un ensayo que profundiza en el tema de los sueños y su conexión con lo sagrado. Este libro será el compañero ideal para disfrutar a la sombra de una higuera, mientras se escucha el murmullo del agua de un arroyo.
Para las noches, la elección es Un futuro prometedor de Pierre Lemaitre, la tercera entrega de su trilogía sobre la historia de Francia en el siglo XX, donde la familia Pelletier vive aventuras apasionantes. Este autor ha sabido captar la atención de sus lectores con historias que se devoran con avidez.
La lista continúa con Aniquilación de Michel Houellebecq, un autor controvertido pero innegablemente talentoso. A pesar de sus posturas ideológicas, su obra ha logrado captar el interés de muchos lectores, incluyéndome. También incluiré Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes, que ha sido recientemente reeditado y promete ser una fuente de inspiración literaria.
Regalos literarios para la familia
En esta maleta no solo hay espacio para mis lecturas. También llevo Cristina, un viaje al interior del caos de Inma Garín, la primera novela de esta crítica teatral, que espero que despierte el interés de la nueva generación. Para mi hija, he elegido Solo un día más de Susana Fortes, una recreación literaria de los amores entre María Casares y Albert Camus, convencido de que le encantará.
Finalmente, para mi hijo, he decidido incluir Aparte de lo otro de Miguel Herraez, un libro ambientado en la Valencia de la Transición, un período que tanto apasiona a los jóvenes. Espero aprovechar los momentos de espera en el embarque para disfrutar de esta lectura.
No puedo olvidar el Manual práctico de cocina negra y criminal de Montse Clavé, que combina recetas con referencias a grandes autores del género negro, un deleite que también intentaré poner en práctica durante mis vacaciones. Así, en tiempos de bochorno político y mental, los libros se convierten en nuestro refugio y consuelo más preciado.
En definitiva, esta selección literaria promete hacer de mis vacaciones una experiencia enriquecedora, donde cada página leída será un paso más hacia nuevas aventuras.
