El barrio de Salamanca ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad al organizar un evento de trueque en la plaza de Fátima, promovido por el colectivo La Arboleda. Este encuentro, titulado ‘De Manos en Manos’, busca incentivar el intercambio de productos como ropa, juguetes y otros objetos, en un contexto de creciente hiperconsumismo.
Dinamización de la plaza tras la reforma
La presidenta de La Arboleda, Gabriella Auriemma, expresó su satisfacción por la participación de los vecinos durante la mañana del domingo. Auriemma considera que este tipo de iniciativas son fundamentales para revitalizar la plaza tras su reciente reforma, que incluyó la instalación de una cancha deportiva y un parque infantil con los presupuestos municipales participativos. La intención es que el evento se celebre cada tres meses, acompañándose de otras actividades que atraigan a más público.
Auriemma destacó que, aunque el trueque es el eje central del evento, también existe un espacio para un mercadillo donde se pueden vender objetos que ya no se desean a precios simbólicos. La presidenta valoró la colaboración del Ayuntamiento, que proporcionó siete carpas y sillas, y subrayó la importancia de disfrutar de un día sin centrarse en los problemas del barrio.
Apoyo vecinal y propuestas de mejora
La participación de los vecinos ha sido un aspecto clave en este evento. María, una de las asistentes, llevó varios objetos de su hogar para intercambiarlos, mostrando su entusiasmo por la iniciativa: «Me parece genial, una idea estupenda y me gustaría que se hiciera más a menudo». Sin embargo, también apuntó a la escasa afluencia de público como un obstáculo, especialmente en domingos cuando se celebra el Rastro. Aun así, confía en el crecimiento del evento y sugiere al Ayuntamiento que lo promocione y organice actividades paralelas, como castillos hinchables para los niños.
En la plaza, Maribel del Castillo y Miriam Santiago intercambiaban ropa, subrayando la necesidad de promover una economía circular que reduzca el exceso de acumulación de ropa y fomente el reciclaje. «Esto se debería fomentar más, no tanto el consumismo de objetos nuevos, sino lo que se puede customizar haciendo upcycling», afirmó Maribel.
El evento también ha sido un espacio para que los vecinos donen y vendan objetos, con precios accesibles. «Al final, el tiempo es dinero y estamos invirtiéndolo aquí», reflexionó Maribel.
Diego, un vecino que paseaba a su perro, elogió la iniciativa y animó a otros a participar. Su hija Isabela también contribuyó con un puesto de libros y objetos de decoración. La diversidad de productos y la comunidad activa han caracterizado este evento, que busca ofrecer una alternativa al consumismo tradicional.
Las carpas del evento han sido gestionadas de manera libre por los vecinos, y algunos grupos, como el colectivo animalista ‘Difusión y rescate de cuatro patas’, también estuvieron presentes, ofreciendo productos para mascotas. Así, el evento no solo ha servido para intercambiar bienes, sino que ha fomentado la interacción social y el apoyo comunitario.
Esta jornada en la plaza de Fátima ha rescatado un modelo económico ancestral, el trueque, adaptándolo a la realidad actual y mostrando que es posible consumir de una manera más sostenible y comunitaria.
