La situación del FC Barcelona en baloncesto ha llevado a su presidente, Joan Laporta, a planear una revolución para el año 2026. El club ha estado sumido en una crisis desde las salidas de dos figuras clave, Nikola Mirotic y Sarunas Jasikevicius, y Laporta espera que para el próximo año la entidad esté en una posición económica más sólida.
La presente temporada se vislumbra complicada para el Barça. Aunque la llegada de jugadores como Toko Shengelia y Will Clyburn genera entusiasmo, las incorporaciones de Cale y Marco no han tenido el mismo efecto. Las bajas de Metu, Parker, Fall y Anderson han puesto de manifiesto los problemas económicos que atraviesa el club. El actual técnico, Joan Peñarroya, tiene el desafío de mejorar el rendimiento del equipo, con el objetivo de competir por todos los títulos y, al menos, ganar uno tras dos años sin trofeos.
Posibles cambios en el banquillo
El contrato de Peñarroya se extiende hasta 2026, al igual que el de jugadores fundamentales como Satoransky, Laprovittola, Vesely y Willy Hernangómez, quienes también podrían dejar el club en un año. Laporta tiene en mente la posibilidad de una reestructuración que incluye la evaluación del papel de Juan Carlos Navarro, actual manager general, y la opción de negociar el regreso de Xavi Pascual, quien llevó al Barça a la gloria de la Euroliga en 2010.
Pascual, que dejó el Barça en 2016 para dirigir al Panathinaikos y posteriormente al Zenit de San Petersburgo, ahora se encuentra disponible, aunque no descarta tomarse un año sabático. En una reciente entrevista con Mundo Deportivo, negó haber negociado su regreso al club, pero dejó claro su deseo de volver al Palau Blaugrana: «Tengo una gran relación con Laporta. Si alguna vez cree que le puedo ayudar, me llamará. Y no será muy difícil».
Retos y expectativas
Pascual también compartió sus preocupaciones sobre su tiempo en el Barça, afirmando que los últimos años fueron difíciles debido a la falta de renovación de la plantilla. «Conmigo, el Barça dejó morir al entrenador», sentenció, dejando entrever la necesidad de un cambio profundo en la estructura del equipo.
La situación actual del Barça de baloncesto es un reflejo de la incertidumbre que se vive en el club, donde la presión por recuperar su estatus de grandeza se hace cada vez más palpable. La afición espera con ansias que las decisiones que tome Laporta marquen un antes y un después en la historia reciente del equipo.