Los Ecovigilantes de Franciscanas llevaron a cabo su tradicional limpieza en Montealegre tras la celebración del Magosto, una fiesta popular que deja tras de sí una considerable cantidad de residuos. Este evento, muy esperado por los vecinos, se convierte en un desafío ambiental debido a la gran cantidad de desechos que se generan y que, en muchos casos, acaban perjudicando el entorno natural.
El grupo de voluntarios, que se dedica a la conservación y protección del medio ambiente, subió una vez más a las montañas de Ourense para realizar esta importante tarea. Entre los participantes se encontraban Antonio Ferreirós, representante de la SGHN, Luis Amigo acompañado de su perro Baloo del Aula de la Naturaleza, así como Carmen y los entusiastas Julio y Xabi, quienes se sumaron con entusiasmo a la causa.
Impacto positivo en el medio ambiente
La limpieza resultó en la retirada de aproximadamente 200 kilos de residuos, que incluían botellas de vidrio y plásticos, los cuales fueron sacados de la naturaleza de la ciudad. Este esfuerzo es parte del Proyecto Libera, una iniciativa promovida por SeoBirdLife y Ecoembes que busca combatir la basuraleza en nuestros espacios naturales.
La acción de los Ecovigilantes no solo contribuye a la mejora del paisaje de Montealegre, sino que también sirve como un recordatorio para la comunidad sobre la importancia de cuidar y proteger el medio ambiente. La colaboración de los voluntarios demuestra que, a través del trabajo conjunto, es posible marcar la diferencia y fomentar una mayor conciencia ecológica.
Un llamado a la acción
El éxito de esta iniciativa invita a más ciudadanos a involucrarse en actividades similares, promoviendo la responsabilidad ambiental y el respeto por la naturaleza. La labor de los Ecovigilantes resalta la necesidad de actuar con urgencia y compromiso en la lucha contra la contaminación, mostrando que cada acción cuenta en la preservación de nuestro entorno.
Con este tipo de actividades, los Ecovigilantes no solo limpian, sino que también educan y sensibilizan a la población sobre las consecuencias del desperdicio y la importancia de mantener limpios nuestros espacios naturales. La próxima vez que se celebre el Magosto, se espera que los asistentes tomen en cuenta el impacto de sus acciones, garantizando así la sostenibilidad de estas festividades en el futuro.
