El curso escolar 2025-2026 comienza este lunes en Catalunya con la significativa novedad de la prohibición total del uso de móviles en las aulas durante toda la etapa obligatoria. Esta medida afecta a alrededor de 1,3 millones de alumnos que se encuentran matriculados en diversas enseñanzas en la comunidad.
Con esta decisión, el Govern establece un cambio drástico en la política educativa, cerrando la puerta al uso de dispositivos móviles en las aulas, incluso en aquellos contextos donde se planteaba su uso pedagógico, como en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Esta medida se enmarca dentro del nuevo Pla de Digitalització Responsable, que busca regular el uso de la tecnología en la educación de manera más eficiente.
Normativa flexible para centros educativos
El nuevo plan deja en manos de cada centro educativo la decisión sobre el uso de otras pantallas, como ordenadores portátiles, tablets y pizarras digitales. Esto significa que los docentes y el alumnado de primaria y secundaria tendrán la autonomía para determinar cómo integrar la tecnología en su enseñanza, siempre bajo la premisa de un uso responsable y educativo.
En cuanto al uso de pizarras digitales, se ha iniciado un proceso de eliminación en las aulas, lo que plantea un desafío adicional para los centros que deben adaptarse a esta nueva normativa. La implementación de esta política generará un debate sobre la efectividad y la necesidad de la tecnología en el aprendizaje en un contexto cada vez más digitalizado.
Impacto en el aprendizaje y la enseñanza
La prohibición de los móviles en las aulas responde a la creciente preocupación por la distracción que estos dispositivos pueden causar en el aprendizaje. A medida que los alumnos se preparan para un nuevo año académico, la medida busca fomentar un entorno más centrado en la educación y menos disperso por las tentaciones digitales.
Las opiniones sobre esta normativa están divididas. Algunos educadores consideran que la eliminación de móviles podría mejorar la concentración y el rendimiento académico, mientras que otros advierten sobre la necesidad de enseñar a los alumnos a utilizar la tecnología de manera responsable en lugar de prohibirla por completo.
En este contexto, el curso escolar 2025-2026 arrancará con un enfoque renovado hacia la educación digital, dejando a la comunidad educativa en una posición clave para decidir cómo avanzar en un mundo en constante cambio.
