La comunidad científica ha lanzado una alerta sobre el aumento de las temperaturas en el mar Mediterráneo, lo que podría derivar en lluvias intensas y tormentas durante el inicio del otoño climatológico. La meteoróloga de eltiempo.es, Mar Gómez, ha señalado que las altas temperaturas registradas en las aguas mediterráneas, especialmente en Baleares, están generando preocupación.
Las mediciones recientes indican que en algunas zonas de Baleares las temperaturas del mar superan en hasta 4 °C los valores habituales. Este calentamiento no solo afecta a la vida marina, sino que también tiene implicaciones directas sobre el clima en la región. Con la llegada del mes de septiembre, se prevé que el calor en el Mediterráneo podría intensificar la formación de tormentas.
El impacto del calentamiento del mar
El incremento de temperaturas en el mar Mediterráneo actúa como un «combustible» para la atmósfera, aumentando la cantidad de vapor de agua disponible. Este fenómeno puede favorecer la formación de tormentas intensas, especialmente cuando coincide con la llegada de aire frío en capas altas de la atmósfera. La combinación de estos factores aumenta significativamente el riesgo de lluvias torrenciales.
Los expertos advierten que este tipo de situaciones son comunes a finales de verano y principios de otoño, pero el contexto actual, con un mar más cálido de lo normal, eleva los riesgos de fenómenos meteorológicos extremos. Las costas de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia también están registrando temperaturas elevadas, que se espera oscilen entre 28 °C y 30 °C en los próximos días.
Preparación ante el inicio del otoño climatológico
El 1 de septiembre marca el comienzo del otoño climatológico, y las altas temperaturas del mar Mediterráneo pueden tener efectos devastadores en esta transición estacional. Las lluvias torrenciales que podrían generarse en la cuenca del Mediterráneo incrementan el riesgo de inundaciones repentinas.
Es fundamental que tanto las autoridades como la población mantengan una actitud vigilante ante la posible llegada de tormentas intensas y lluvias torrenciales a finales de agosto y principios de septiembre. La planificación y preparación ante estos fenómenos son esenciales para evitar daños y proteger tanto a las personas como al medio ambiente. La comunidad científica seguirá monitorizando la situación para evaluar el desarrollo del clima en las próximas semanas.