Sean Kenney, codirector de distribución global de MFS Investment Management, advirtió sobre los riesgos que enfrenta la bolsa debido a su alta concentración en un reducido número de empresas. En una reciente visita a Madrid, Kenney subrayó que este fenómeno puede tener consecuencias negativas para los inversores, quienes a menudo no son conscientes de los peligros que conlleva.
MFS Investment Management, con sede en Boston, es una de las gestoras de activos más antiguas, creada hace 101 años por Eduard Leffler. La firma, que gestiona activos por valor de 645.300 millones de dólares (aproximadamente 550.000 millones de euros), pertenece al grupo canadiense Sun Life Financial. A pesar de su asociación, Kenney aseguró que MFS mantiene su independencia y su compromiso con cada uno de los partícipes de sus fondos, muchos de los cuales no son millonarios.
La estrategia de MFS frente a los gigantes de la inversión
En respuesta a la pregunta sobre cómo MFS compite con grandes gestoras como BlackRock o Fidelity, Kenney explicó que su enfoque se centra en la gestión activa de acciones y bonos. “Mientras otros se han expandido hacia los fondos indexados, nosotros hemos preferido seguir nuestro camino, centrándonos en las necesidades reales de nuestros clientes”, afirmó.
Además, Kenney destacó que, aunque Sun Life Financial posee el 80% de su accionariado, la firma sigue siendo autónoma en su gestión, lo que les permite tener una visión a largo plazo sin depender de la gestión de activos del grupo.
Riesgos y oportunidades en el mercado actual
Kenney también analizó la actual situación de las bolsas, afirmando que en términos generales, están caras. Aseguró que cada vez más inversores están buscando oportunidades fuera de Estados Unidos, especialmente en Europa, donde las valoraciones y la rentabilidad por dividendo son más atractivas.
Uno de los mayores riesgos que identificó fue la concentración en el mercado estadounidense, donde un número limitado de empresas representa una gran parte del valor total. “Muchos invierten a través de fondos indexados y no se dan cuenta de los riesgos asociados a esta concentración”, señaló Kenney. “Cuando se dan esos niveles de concentración suele acabar mal”, advirtió.
En cuanto a las políticas de sostenibilidad, Kenney comentó que MFS ha integrado factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en su proceso de inversión durante décadas, lo que ha sido beneficioso para la rentabilidad a largo plazo. “Las compañías que consideran estos factores suelen ser mejores”, afirmó, destacando que la polarización en torno a este tema no ha afectado a su estrategia.
Finalmente, respecto a la diversidad e inclusión, Kenney reafirmó que su objetivo es formar equipos de profesionales diversos y capaces, sin hacer de estos aspectos un reclamo comercial. “Creemos que es fundamental invertir en empresas que promuevan políticas de igualdad y diversidad”, concluyó.
