A medida que se aproxima el final de 2025, se anticipan cambios significativos en el ámbito de las pensiones en España. Aunque el dato oficial del IPC de noviembre aún no se ha publicado, las previsiones apuntan a un aumento en las prestaciones para el próximo año.
Las primeras estimaciones del Ministerio de Seguridad Social indican que las pensiones podrían revalorizarse en torno al 2,6%, lo que se traduciría en un incremento aproximado de 40 euros al mes para muchos jubilados. Sin embargo, el organismo de análisis económico Funcas ha elevado sus proyecciones, indicando que la inflación podría situarse en un 2,8%, dos décimas más de lo que se esperaba inicialmente.
Factores que influyen en la inflación
Funcas ha observado una presión inflacionista mayor a la prevista, con un repunte en octubre que alcanzó el 0,7% mensual y un 3,1% interanual, el valor más alto desde junio de 2024. Este aumento ha afectado a casi todos los componentes de la cesta de bienes, salvo en los productos energéticos, lo que podría indicar un cambio de tendencia en la inflación. A lo largo de 2025, varios factores regulatorios como la normalización de los precios del transporte público y la implementación de la tasa de basuras han contribuido a esta situación, sumando varias décimas a la inflación.
Se espera un ligero alivio en noviembre y diciembre, a medida que desaparezcan los efectos escalonados de los precios energéticos que habían experimentado subidas significativas en 2024. Mirando hacia 2026, Funcas prevé una inflación media del 2,4% y del 2,3% para la subyacente.
Nuevas medidas para reducir la brecha de género
A partir del 1 de enero de 2026, la Seguridad Social implementará una modificación en el cálculo de las pensiones contributivas, diseñada para cerrar la brecha de género. Esta medida pretende compensar los periodos en los que no se cotiza, principalmente por razones de maternidad, adopción o cuidados de hijos. No obstante, también se beneficiarán hombres en situaciones acreditadas.
La Disposición Transitoria 41a de la Ley General de la Seguridad Social establece una mejora progresiva en las lagunas de cotización. Las lagunas entre los meses 49 y 60 se integrarán con el 100% de la base mínima, mientras que las comprendidas entre los meses 60 y 84 lo harán con el 80%. Esta medida permanecerá activa mientras la brecha de género en las pensiones de jubilación supere el 5%.
