lunes, noviembre 10, 2025

La vida entre Gijón y Madrid: un viaje constante de emociones

La conexión emocional entre Gijón y Madrid se siente más intensa que nunca.
por 8 noviembre, 2025
Lectura de 1 min

Este año marca un hito significativo para mí, ya que cumplo la mitad de mi vida en Gijón y la otra mitad en Madrid. Desde que emprendí un viaje de verano en 2001, he vivido una experiencia única de cercanía y lejanía que me ha permitido conectar con ambas ciudades de maneras diferentes.

En Madrid, tengo la posibilidad de acceder rápidamente a mis lugares favoritos, mientras que en Gijón, disfruto de la tranquilidad de pasear por el Muro y sentirme parte de su vibrante vida diaria. Esta dualidad me permite vivir lejos, pero también cerca, en un constante vaivén que enriquece mi existencia.

La conexión con Gijón

Mi vínculo con Gijón se mantiene fuerte a través de la lectura diaria de EL COMERCIO y la escucha de la programación local de mis compañeros de la radio deportiva gijonesa. Mi grupo de WhatsApp de amigos de La Inmaculada es el más activo de todos los que tengo, manteniéndome al tanto de lo que ocurre en la ciudad. Me encanta ampliar las fotos de ‘Barras y Estrellas’ y ver quién se ha divertido en las fiestas, así como devorar la sección de ‘Hace 25 años… hace 50 años…’.

A menudo, reviso las páginas del Sporting, aunque a veces me duele, y trato de entender los problemas vecinales que afectan a la comunidad. Al final de mi lectura, tengo la sensación de haber estado en el Dindurra disfrutando de un café, como si nunca hubiera dejado Gijón.

Una vida compartida entre dos ciudades

Echo de menos la vida de Gijón, pero he aprendido a vivir sin morriña, incluso aunque mis hijos son madrileños y aficionados al rojiblanco. Mis compañeros de la Cope disfrutan de la doble cena de Navidad de El Partidazo en Mamaguaja y Casa Kilo, y lo hacen con una felicidad contagiosa que me llena de orgullo. Me encanta hacer de anfitrión y presumir de mi ciudad y de los gijoneses.

Recientemente, llevé a un grupo de amigos a Casa Marcial para disfrutar de su tercera estrella Michelin. Al llegar la hora de regresar a Madrid, ya estaban organizando la próxima visita, lo cual resalta la mejor parte de ser de Gijón sin residir allí: la posibilidad de ir y volver, una y otra vez, con la sensación de que siempre regresaré a mi verdadera casa cuando llegue septiembre.

Esta conexión emocional y la capacidad de disfrutar de lo mejor de ambos mundos hacen que mi vida sea un viaje constante, lleno de recuerdos y nuevas experiencias, donde cada visita a Gijón se siente como un regreso a casa.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

Previous Story

La histórica victoria de Kasparov que cambió el ajedrez

Next Story

Bitcoin cae por debajo de 104.000 dólares: ¿qué está pasando?

No te pierdas

Hipotecas en Canarias suben un 68% en diez años, alcanzan 170.000 euros

El importe medio de las hipotecas en Canarias se ha disparado un