La rehabilitación de viviendas en Bilbao se ha convertido en un asunto de vital importancia, ya que más de 160.000 viviendas tienen una antigüedad media de más de 55 años. La mayoría de estos hogares, construidos antes de la década de los 80, no cumplen con los actuales criterios de eficiencia energética ni de accesibilidad, lo que genera un consumo excesivo de energía y dificultades de habitabilidad, acentuando las desigualdades sociales en la ciudad.
Para abordar esta problemática, el próximo 29 de septiembre se celebrará el ‘II Encuentro DEIA Rehabilitación de Vivienda’ en el Hotel Ilunion de Bilbao, a partir de las 10:30 horas. Este evento reunirá a expertos como Jon Bilbao, presidente de Surbisa; Yolanda Díaz, concejala delegada del Área de Vivienda del Ayuntamiento; y representantes de entidades como Laboral Kutxa y AENOR, quienes analizarán las claves para mejorar la situación actual.
Retos de la rehabilitación de viviendas
El primer reto en la rehabilitación es energético y ambiental, dado que los edificios son responsables de cerca del 40% del consumo energético y de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. La rehabilitación debe ir más allá de la estética y funcionalidad, enfocándose en un uso eficiente de recursos y en la incorporación de fuentes renovables.
El segundo reto se relaciona con la equidad social. Renovar barrios debe ir acompañado de políticas que aseguren vivienda accesible y ayudas para colectivos vulnerables, así como fórmulas de financiación que incluyan a quienes más lo necesitan. La dimensión social del urbanismo exige diseñar espacios que favorezcan la cohesión comunitaria y el acceso a servicios básicos, priorizando así la calidad de vida de los vecinos.
Por último, el tercer reto es territorial. Cada contexto urbano y rural enfrenta problemas específicos, lo que requiere una estrategia de rehabilitación que se adapte a cada realidad. Esta flexibilidad es crucial para generar empleo local, preservar el patrimonio cultural y natural, y dinamizar la economía de proximidad.
Incentivar la rehabilitación: una inversión necesaria
Las reformas que buscan cumplir estos objetivos suelen requerir inversiones elevadas, lo que a menudo limita la capacidad de propietarios y comunidades de vecinos para llevarlas a cabo. Esto puede generar un cuello de botella en la transición ecológica y paralizar las rehabilitaciones necesarias.
En este contexto, las ayudas públicas a la rehabilitación de viviendas son fundamentales para incentivar a comunidades y propietarios. El Ayuntamiento de Bilbao, a través de Surbisa, juega un papel clave en la gestión de estos programas, ofreciendo asesoramiento técnico y administrativo, así como coordinando intervenciones integrales en barrios que requieren atención especial.
La meta es regenerar más de 55.000 viviendas para el año 2036, lo que representa aproximadamente un tercio del parque residencial de la ciudad. Aunque las ayudas son significativas, generalmente no cubren el 100% de la inversión necesaria, lo que obliga a las comunidades a realizar un esfuerzo económico considerable.
Para facilitar la ejecución de proyectos, se están promoviendo fórmulas de colaboración público-privada y líneas de crédito específicas. En resumen, las ayudas a la rehabilitación de viviendas en Bilbao representan una oportunidad histórica para transformar la ciudad, apuntando hacia un modelo urbano más inclusivo, eficiente y sostenible.
Invertir en la rehabilitación no solo mejora los edificios, sino que también contribuye a la calidad de vida de los vecinos y al futuro de la ciudad, beneficiando a las generaciones presentes y futuras.
