El 7 de octubre se conmemora el Día Mundial por el Trabajo Decente, una jornada promovida por la Confederación Sindical Internacional en la que se exige un cambio significativo en las condiciones laborales. En este contexto, Comisiones Obreras ha destacado la necesidad de avanzar hacia un empleo digno que garantice ingresos justos y protección social, elementos que son esenciales para una vida con dignidad.
Desempleo y precariedad en aumento
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su declaración de 1999, definió el trabajo decente como aquel que asegura igualdad de oportunidades y libertad de expresión. Sin embargo, un análisis de la situación actual revela que, aunque el mercado laboral asturiano ha mostrado signos de mejora en el último año, con cifras récord de contratación indefinida, todavía existen 41 100 personas en paro, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). Además, el desempleo juvenil y el paro de larga duración permanecen como un problema crítico.
A pesar de las mejoras, muchas personas en Asturias sufren de pobreza laboral, es decir, tienen un empleo que no cubre sus necesidades básicas. Según datos del SEPE, hay miles de demandantes que buscan complementar sus ingresos o encontrar un trabajo mejor remunerado.
Salarios y condiciones laborales insostenibles
El Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), vigente hasta final de año, ha permitido una leve recuperación salarial, pero no ha sido suficiente para compensar la pérdida de poder adquisitivo acumulada en años de crisis y recortes. De hecho, el informe ‘Asturias 2025’ elaborado por CCOO señala que los asalariados de la región han sufrido una disminución del poder adquisitivo cercana al 12% entre 2008 y 2022. La inflación y el aumento de los precios de la vivienda complican aún más la situación.
En cuanto a la salud y seguridad laboral, es alarmante el repunte de la siniestralidad en los últimos meses. Aunque se ha avanzado en la reducción de accidentes laborales, todavía existen condiciones que afectan gravemente la salud mental de los trabajadores, lo que pone en evidencia la necesidad de un entorno laboral seguro y saludable.
La igualdad en el trabajo también sigue siendo un desafío. A pesar de los avances en la implementación de planes de igualdad en las empresas, las brechas persisten y el acoso sexual en el trabajo continúa siendo una realidad que debe ser erradicada. No es aceptable que en un entorno laboral se produzcan abusos de esta naturaleza.
Además, la libertad sindical es un derecho fundamental que se ha visto amenazado. Recientes movilizaciones en apoyo a ‘Las Seis de la Suiza’ han puesto de relieve la persecución que sufren quienes luchan por sus derechos laborales. La condena a la empresa Sogepsa por vulnerar derechos fundamentales de la libertad sindical es un recordatorio de que el sindicalismo no es un delito, sino una herramienta necesaria para defender los derechos de los trabajadores.
Por último, es crucial garantizar una mayor protección social. Aunque se han logrado mejoras en las coberturas por desempleo, es necesario que se asegure la tramitación diligente de las rentas básicas como el salario social y el ingreso mínimo vital. La Escuela de Verano Laboralista Anita Sirgo, celebrada por CCOO de Asturias en julio, ha sido un espacio de análisis sobre estos temas, donde se discute el camino a seguir para asegurar un trabajo estable y con derechos.
El compromiso por un trabajo decente en Asturias sigue siendo fundamental para garantizar una vida digna para todos los ciudadanos y ciudadanas.
