La empresa nacional de correos de Rusia, Pochta Rossii, se enfrenta a una crisis sin precedentes que pone en riesgo el servicio de entrega a miles de ciudadanos en las regiones más remotas del país. La situación ha escalado debido a las masivas renuncias de empleados, quienes consideran que sus salarios no son suficientes para sobrevivir en un contexto de elevada inflación y competencia salarial provocada por la industria bélica en el marco de la guerra en Ucrania.
La respuesta de la compañía ha sido cerrar miles de oficinas, lo que ha agravado aún más la situación. Para contrarrestar la falta de personal, Pochta Rossii ha comenzado a colaborar con empresas de comercio online, pero esto ha resultado en una carga de trabajo excesiva para los empleados restantes, quienes han comenzado a abandonar sus puestos. En Moscú, la escasez de personal se ha convertido en un problema crítico, donde el Kremlin está ofreciendo salarios superiores a 200.000 rublos al mes (más de 2.100 euros), además de bonificaciones de alistamiento sustanciales. Este fenómeno ha creado una espiral salarial que el sector civil no puede soportar.
En una entrevista con el diario RBC, el director de Pochta Rossii, Mijail Volkov, destacó que la situación es insostenible, señalando que “pagar entre 200.000 y 300.000 rublos al mes a un mensajero es excesivo para cualquier empresa”. A pesar de esto, los datos de SuperJob indican que los mensajeros en Moscú ganan un 19% más que los profesionales con formación superior, alcanzando un promedio de 130.000 rublos mensuales.
La crisis ha tenido un impacto inmediato en las operaciones de entrega. En las últimas semanas, varias oficinas en la región de Sverdlovsk han cerrado, dejando sin servicio a más de 80.000 personas. Un informe reciente reveló que los carteros en esta región perciben apenas 15.560 rublos al mes (aproximadamente 168 euros), lo que ha llevado a la renuncia masiva de trabajadores.
El reto para la dirección de Pochta Rossii es encontrar una solución viable. Se ha propuesto la creación de una plataforma digital para compartir mensajeros con empresas competidoras, aunque no se han proporcionado más detalles sobre este proyecto. Actualmente, la empresa cuenta con aproximadamente 1.600 mensajeros que realizan entregas personales y cerca de 80.000 carteros en todo el país.
La Cámara de Cuentas de Rusia ha declarado que Pochta Rossii no está cumpliendo con sus objetivos de cobertura postal, advirtiendo que la empresa genera pérdidas y carece de una estrategia comercial sólida. Según su auditor, Danil Shilkov, la falta de directrices claras y una gestión deficiente están detrás de los resultados negativos. Además, la compañía enfrenta dificultades logísticas debido a las sanciones, lo que ha llevado a que más de 6.000 sucursales estuvieran fuera de servicio en enero de 2024.
La situación se complica aún más con la decisión de Pochta Rossii de compartir sus oficinas con empresas de comercio online, lo que ha incrementado la carga de trabajo para los empleados sin un aumento proporcional en sus salarios. Esta crisis no solo afecta a la empresa, sino también a un sector social crucial, ya que sus carteros son responsables de entregar pensiones en metálico a más de 10 millones de mayores, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de estos trabajadores.
El futuro de Pochta Rossii es incierto, y la necesidad de una transformación radical es más urgente que nunca en un entorno económico tan desafiante.