La Asociación San Francisco de Sales de Hipoacúsicos ha celebrado su 45 aniversario en un emotivo acto que tuvo lugar en el Salón Azul del Casino de Huesca. Este evento ha reunido a personas con discapacidad auditiva, familiares, personal de la asociación y autoridades locales, quienes han reflexionado sobre el impacto de la organización en la vida de muchas familias de la provincia.
La presidenta de la asociación, Sonia Zamora, destacó que en los 10 puntos de atención que tienen en la provincia, se brinda servicio a casi 115 familias. Zamora enfatizó la importancia de llegar a todos los rincones, especialmente en el ámbito rural, mediante programas de atención temprana itinerante. “Esta es una discapacidad invisible. Muchas veces pensamos que por llevar una prótesis ya están todas las barreras vencidas y no es así”, afirmó.
Desafíos y logros en la inclusión
Durante su intervención, Zamora subrayó la necesidad continua de contar con medios de apoyo para la comunicación oral, con el objetivo de lograr una inclusión plena. “Necesitamos continuamente medios de apoyo a la comunicación oral para conseguir una inclusión plena”, insistió.
La consejera de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, Carmen Susín, también estuvo presente en el evento y resaltó que, además de conmemorar 45 años de existencia, la asociación es pionera en el ámbito de la discapacidad en la ciudad de Huesca. «En este tiempo no ha dejado de trabajar por y para las personas con discapacidad y para sus familias», indicó.
Por su parte, José Carlos Campo, subdelegado del Gobierno y socio de la asociación, compartió su experiencia personal y los hitos que le han llevado hacia la inclusión total en la sociedad. “Nunca debemos sentirnos de menos por nuestra discapacidad”, concluyó.
Historias de superación
Entre los asistentes se encontraba Carla Marín, una joven que ha estado vinculada a la asociación y que, tras haber recibido dos implantes cocleares a los 2 años debido a una meningitis, actualmente cursa 3º de Medicina. Carla compartió su testimonio, reflejando cómo los implantes han transformado su vida: “Si no hubiera implantes no habría podido hacer nada de lo que he hecho, porque no habría escuchado, no habría podido ir a la universidad y la vida social tampoco sería la misma”, manifestó, mostrando su felicidad por los logros alcanzados.
Este aniversario no solo celebra el pasado, sino que también representa un compromiso renovado para seguir luchando por los derechos y la inclusión de las personas con problemas de audición. La Asociación San Francisco de Sales de Hipoacúsicos continuará trabajando para derribar las barreras que aún persisten en la sociedad.
