El Grupo Hafesa ha acordado la compra de dos terminales de almacenamiento de hidrocarburos, Tancar en Cartagena y ODT en Málaga, por varios millones de euros. Esta operación, anunciada el pasado miércoles, se produce en un contexto de controversia debido a que ambas instalaciones estaban vinculadas a operadoras inhabilitadas por el Ministerio de Transición Ecológica, además de que la terminal andaluza se encuentra judicializada. El grupo ha sido beneficiado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que le permitió el aplazamiento de 225 millones de euros en el pago del Impuesto del Valor Añadido (IVA) y del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH).
La situación del grupo es particularmente compleja, ya que su dueño, Alejandro Hamlyn, se encuentra actualmente huido de la Justicia y la Audiencia Nacional ha solicitado su captura a través de Interpol. Este se enfrenta a dos frentes judiciales significativos: el pago a un agente de policía a cambio de información secreta y el caso Drake, que investiga un presunto fraude de IVA por valor de 154 millones de euros a través de su operadora, Hafesa Energía. Estos problemas han llevado a Hamlyn a abandonar la administración de la compañía.
Controversias alrededor de la adquisición
Una de las terminales adquiridas, ODT, es objeto de controversia desde su venta en 2019, ya que se denuncia que la situación financiera de la parte compradora, el grupo Buran, fue falseada para dar una imagen de solvencia. La operación se acordó por 9,8 millones de euros, dividida en dos pagos; sin embargo, el segundo pago nunca se realizó, lo que llevó a la denuncia correspondiente. Además, la venta incluía el reembolso de una caja con 831.651 euros, que tampoco fue abonado.
Desde septiembre de 2021, la terminal ODT ha cambiado de manos y es ahora propiedad de Klebert SA. En el momento de la venta, ODT tenía deudas pendientes y un fraude investigado que asciende a 133 millones de euros. A pesar de estas controversias, el Grupo Hafesa ha afirmado que realizó una debida diligencia sobre las terminales y no encontró anomalías.
Implicaciones estratégicas en el sector
La adquisición de terminales fiscales es un movimiento estratégico en el sector de hidrocarburos, ya que permite a las empresas almacenar y distribuir productos sin depender de terceros. Este control es crucial para la operativa de Hafesa, que ahora contará con una amplia red de terminales en diversas regiones de España, incluyendo Bilbao, Motril y una nueva construcción en Ferrol.
A pesar de las defensas de Hafesa sobre su inocencia y la legalidad de sus acciones, el sector observa con recelo la forma en que ha manejado sus obligaciones fiscales. Según fuentes del sector, el PNV ha favorecido una competencia desleal al permitir aplazamientos y beneficios que no están disponibles para otras empresas del mismo ámbito, lo que podría tener repercusiones negativas en la dinámica del mercado de hidrocarburos en España.