El Congreso de los Diputados votará este martes la admisión a trámite de una proposición de ley presentada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que busca reformar el Estatuto de los Trabajadores y reducir la jornada laboral de 40 a 35 horas semanales. Esta iniciativa marca la segunda ocasión en la que se debate una propuesta para disminuir la jornada laboral en el Congreso, después de que el Gobierno, en colaboración con el partido Sumar, intentara previamente establecer un límite de 37,5 horas semanales, propuesta que fue rechazada por el Partido Popular, Vox y Junts.
El diputado Néstor Rego ha registrado la iniciativa junto al sindicato gallego CIG, con el objetivo de «conquistar derechos para los trabajadores frente a la explotación». Rego subrayó que la jornada de 37,5 horas ya es común en la administración pública y en muchas empresas, y defendió que es necesario avanzar hacia las 35 horas. Además, planteó que el futuro debería orientarse hacia una jornada de 32 horas distribuidas en cuatro días a la semana.
Una propuesta más ambiciosa
La propuesta del BNG se presenta como más ambiciosa que la anterior, buscando no solo reducir las horas de trabajo, sino también promover una distribución más equitativa de las cargas laborales. Según Rego, esta medida no solo facilitaría la conciliación de la vida laboral y personal, sino que también contribuiría a aumentar la productividad sin afectar a los salarios de los trabajadores.
El BNG ha instado a otras fuerzas políticas a mostrar valentía y considerar esta medida que, según argumentan, va más allá de lo que planteó el Gobierno. La propuesta incluye la regulación del registro de jornada y pone énfasis en la lucha contra el abuso de horas extras, un problema que afecta a muchos trabajadores en la actualidad.
Expectativas de apoyo político
Con este trasfondo, se espera que la discusión en el Congreso sea intensa, ya que la reducción de la jornada laboral toca temas sensibles en el ámbito laboral y económico. La iniciativa del BNG ha generado un debate sobre la necesidad de adaptar las condiciones laborales a los nuevos tiempos y a las demandas sociales de una mejor calidad de vida.
El resultado de esta votación podría marcar un hito en la política laboral de España, ya que la reducción de la jornada laboral ha sido un tema recurrente en las agendas de diversas organizaciones y sindicatos, que consideran que una jornada más corta podría beneficiar tanto a los empleados como a las empresas al mejorar el bienestar y la productividad.
