La crisis de acceso a la vivienda en España se agrava, reflejándose especialmente en el mercado del alquiler. Según los últimos Indicadores Urbanos del INE, publicados el pasado jueves, el importe medio del arrendamiento ha experimentado un aumento del 33% entre 2013 y 2023, un crecimiento que supera ampliamente el incremento del coste de la vida, que fue del 19,4% en el mismo periodo. Esta escalada ha llevado a que, en 2023, el alquiler medio sobrepase los 540 euros en 18 capitales de provincia, cifra que equivale a más del 50% del salario mínimo interprofesional (SMI) de 1 080 euros.
El análisis detalla que, si se considera el umbral del 30% como referencia para la asequibilidad, que es lo estipulado por la ley estatal de vivienda, ninguna capital provincial tiene un alquiler medio por debajo de 324 euros. A nivel nacional, se registró un precio medio de 649 euros, lo que representa un aumento cercano al 5% respecto al año anterior. Esta información proviene de fuentes fiscales y proporciona datos reales, aunque puede subestimar los precios al dividir los ingresos anuales entre 12, independientemente de la duración del alquiler.
Impacto en los jóvenes y la clase trabajadora
El economista Manuel Alejandro Hidalgo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide, señala que la situación actual es un “problema redistributivo” que afecta principalmente a los jóvenes, quienes son los que más viven de alquiler y, a menudo, perciben salarios cercanos al SMI. Al mismo tiempo, los propietarios de viviendas en alquiler suelen pertenecer al 75% más rico del país. Esta dinámica crea una transferencia de renta que puede tener “costes de oportunidad brutales”, especialmente a largo plazo, afectando a generaciones futuras que podrían no tener capacidad económica para hacer gastos esenciales.
En términos absolutos, las rentas más elevadas se localizan en zonas adineradas de las periferias de Madrid y Barcelona, así como en regiones turísticas. Pozuelo de Alarcón encabeza la lista con un alquiler medio de 1 131 euros, seguido de Sant Cugat del Vallés con 1 086 euros. En contraste, Cieza, en Murcia, presenta el alquiler más bajo, con un promedio de 303 euros.
Subidas alarmantes en las Islas Baleares
Las subidas más significativas en precios de alquiler se han registrado en localidades de Baleares, destacando Sant Antoni de Portmany con un incremento del 70,9% y Ibiza con 69,5%. También se han observado aumentos superiores al 60% en localidades de Valencia, Málaga y Canarias. En Valencia, el alquiler se encareció un 59% en la última década, siendo la ciudad con el mayor aumento entre aquellas con más de medio millón de habitantes.
A pesar de que el SMI ha aumentado más de un 60% desde 2018, este alivio ha sido insuficiente. En 2020, 23 capitales provinciales superaban el 50% del SMI, cifra que se mantuvo casi sin cambios en los años siguientes. La evolución es positiva, pero aún no es suficiente para mitigar el problema del alquiler, que sigue siendo una carga significativa para muchos hogares.
En resumen, la situación del mercado del alquiler en España se ha vuelto cada vez más inasequible, afectando principalmente a los jóvenes y a aquellos con menores ingresos, lo que plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad social y económica de este modelo.
