El 49% de los trabajadores autónomos que alquilan su vivienda ha tenido problemas para acceder a un piso debido a su condición laboral, según una encuesta del Observatorio del Trabajo Autónomo, impulsada por la organización de autónomos Uatae. Esta situación revela una discriminación que afecta a quienes ejercen esta modalidad laboral, dificultando su acceso a un derecho constitucional como es la vivienda.
La asociación ha señalado que muchos arrendadores imponen condiciones más estrictas a los autónomos, como fianzas adicionales o, en ocasiones, el rechazo directo de sus solicitudes si no cuentan con una nómina fija. La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, ha expresado que «ser autónomo se ha convertido, de facto, en un obstáculo» para alquilar un hogar.
La inseguridad laboral como factor de exclusión
Uatae ha denunciado que la «aparente inseguridad» en los ingresos de los autónomos se traduce en una discriminación silenciosa, especialmente para aquellos que están comenzando su actividad o que tienen ingresos variables, aunque estos sean estables a lo largo del tiempo. «Que el 49% del colectivo diga que ha tenido problemas para alquilar por este motivo demuestra que hay una vulnerabilidad estructural que no se está afrontando», advierte Landaburu.
Ante esta situación, Uatae ha exigido medidas urgentes para frenar esta forma de exclusión. Entre las propuestas se encuentra un refuerzo de la protección social, que otorgue mayor confianza y respaldo ante terceros, así como el desarrollo de programas de vivienda pública que impidan la discriminación por ser autónomo. «El hecho de que un autónomo pueda desarrollar una actividad económica con éxito, generar empleo y aportar a la economía, pero no pueda alquilar una vivienda en igualdad de condiciones que un asalariado, evidencia una brecha que va más allá de lo económico», concluye Landaburu.
