Las bolsas asiáticas han comenzado la semana con un cierre mixto, mientras los inversores aguardan con expectación más detalles sobre las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Este lunes, las dos grandes potencias se reúnen en Estocolmo (Suecia) para mantener su tercera reunión en menos de tres meses, un encuentro que podría marcar un nuevo rumbo en sus relaciones comerciales.
El viceprimer ministro chino, He Lifeng, liderará la delegación de Pekín, mientras que Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, encabezará la comitiva norteamericana. En una reciente entrevista con Fox Business, Bessent expresó su esperanza de que se extienda la tregua comercial vigente, que finaliza el próximo 12 de agosto, y que se aborde un amplio rango de temas, incluyendo las compras chinas de petróleo a Rusia e Irán.
A pesar de las tensiones, Bessent aseguró que la relación entre China y Estados Unidos se encuentra en «muy buen lugar». Además, se considera probable la implementación de una nueva tregua de 90 días. Según el South Morning China Post, una pausa de tres meses en los aranceles es más que factible, lo que podría aliviar las tensiones entre ambos países.
Por otro lado, el Financial Times reportó que Estados Unidos ha decidido congelar ciertas restricciones a las exportaciones de tecnología, en particular chips de inteligencia artificial, hacia China. Esta medida tiene como objetivo facilitar las negociaciones y preparar el terreno para un posible encuentro entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, este año. Washington ha manifestado su preocupación sobre el uso militar de estos chips por parte del ejército chino y cómo podrían otorgar ventajas competitivas a sus empresas en el ámbito de la innovación.
Acuerdos comerciales y alianzas estratégicas
En el ámbito europeo, los inversores están evaluando el reciente acuerdo arancelario entre la Unión Europea y Estados Unidos. Este pacto prevé la imposición de aranceles del 15% a las importaciones europeas en Estados Unidos, mientras que los productos estadounidenses estarán exentos de tarifas por parte de los Veintisiete. Los aranceles sobre el acero y el aluminio se mantendrán en su nivel actual del 50%. Además, Bruselas destinará 750 000 millones de euros para la compra de gas y petróleo estadounidense, así como 650 000 millones de euros en adquirir armas y municiones de origen norteamericano.
En Asia, destaca el acuerdo alcanzado entre Samsung y Tesla, en virtud del cual la firma surcoreana suministrará chips al fabricante estadounidense de vehículos eléctricos por un importe de 16 500 millones de dólares. Este contrato, que finalizará en diciembre de 2033, implica la construcción de una nueva y enorme fábrica de Samsung en Texas, dedicada a la fabricación del chip AI6 de próxima generación para Tesla. El CEO de Tesla, Elon Musk, subrayó la importancia estratégica de esta colaboración, afirmando que supervisará personalmente la línea de producción para acelerar el progreso.
Samsung había indicado previamente que los detalles del contrato, incluyendo el nombre de la contraparte, no se revelarían hasta finales de 2033, debido a una solicitud de la otra parte para «proteger secretos comerciales».
Movimientos en el sector empresarial
En el ámbito empresarial, el conglomerado CK Hutchison cerró con pérdidas tras anunciar su interés en que un «inversor estratégico clave» de China se integre en un consorcio liderado por BlackRock, que está pujando por su negocio portuario, valorado en 22 800 millones de dólares. La compañía comunicó en una presentación regulatoria que el inversor se unirá como un “miembro significativo” del consorcio. La venta de los 43 puertos de CK Hutchison, que incluye dos ubicados a lo largo del Canal de Panamá, ha sido percibida por Pekín como una amenaza a sus intereses. La participación de un inversor chino podría facilitar la operación para la compañía.
El panorama económico global sigue siendo incierto, pero los movimientos estratégicos de empresas y gobiernos prometen un futuro lleno de oportunidades y desafíos. La reunión en Estocolmo será clave para determinar el rumbo de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, así como para el equilibrio en el comercio internacional.