Castilla y León se ha consolidado como una de las comunidades autónomas con las tasas más bajas de mortalidad en Europa debido a enfermedades del sistema circulatorio. Según datos del Eurostat, el 23,4% de los fallecimientos en esta región se atribuyen a estos problemas de salud, un porcentaje que se sitúa notablemente por debajo de la media de la Unión Europea, que alcanza el 32,4%.
En el contexto nacional, Castilla y León se encuentra en la media española, incluso ligeramente por debajo. La Comunidad de Madrid y el País Vasco destacan con un porcentaje aún más bajo, del 23%. Sin embargo, la autonomía con la tasa más baja del país es la Comunidad Foral de Navarra, que registra un 22,8%.
Comparativa con otras comunidades autónomas
En contraste, la mayoría de las comunidades autónomas de España presentan un porcentaje mayor de muertes por enfermedades circulatorias que Castilla y León. La región más afectada es Andalucía, donde el 28,1% de los decesos se deben a estas afecciones. Otras comunidades como Murcia, Extremadura y la Comunidad Valenciana superan el 26%, al igual que La Rioja, que alcanza el 26,8%.
La situación de Castilla y León se torna aún más favorable al compararse con otras regiones de Europa. A excepción de algunas zonas de Francia y ciertas regiones de Italia, en la mayoría de los países, especialmente en los estados nórdicos, bálticos y de Europa del Este, se registran tasas de mortalidad considerablemente más elevadas. Por ejemplo, en Alemania, todas las regiones superan el umbral del 26% y muchas rebasan el 32%.
Factores determinantes en la salud cardiovascular
Las cifras son aún más alarmantes en los países bálticos, donde la mortalidad por enfermedades circulatorias ronda el 50%. Asimismo, naciones como Hungría, República Checa y Eslovaquia también superan esta tasa en su totalidad.
Los expertos señalan que la alimentación y el estilo de vida son factores clave en la prevención de estas enfermedades. El consumo elevado de alcohol, el tabaquismo y la falta de actividad física son determinantes en la aparición de ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares, trombosis y embolias pulmonares, entre otras afecciones.
Estos datos subrayan la importancia de promover hábitos de vida saludables en la población para continuar reduciendo la incidencia de enfermedades del sistema circulatorio en Castilla y León y en el resto de España.
