Recibir un mensaje a última hora para cambiar el turno de trabajo se ha convertido en una práctica común, pero esto no significa que sea legal. El abogado laboralista Juanma Lorente ha declarado que estos cambios repentinos son inadmisibles y ha explicado cuándo un trabajador tiene derecho a reclamar. “No te pueden enviar un WhatsApp a las once de la noche para cambiarte el turno del día siguiente”, afirma contundentemente.
Esta situación afecta a miles de trabajadores, especialmente en sectores con turnos rotativos, donde la falta de previsión puede generar estrés y complicar la conciliación de la vida personal y familiar. Por ello, la ley establece límites claros para evitar abusos por parte de las empresas. Según Lorente, los cambios de turno deben comunicarse con un mínimo de cinco días de antelación. “Este plazo permite al trabajador organizar su vida y cumplir con responsabilidades personales”, señala.
Derechos de los trabajadores ante cambios de turno
La planificación de los horarios no es solo una cortesía de la empresa, sino una obligación legal. Los turnos deben ser comunicados de manera clara y con suficiente antelación, no a través de mensajes urgentes enviados fuera del horario laboral. “Deberían pasar cada quince días los turnos de esas dos semanas”, indica Juanma Lorente, sugiriendo que esta práctica facilitaría la vida de los trabajadores.
Si surge algún imprevisto, la empresa puede realizar modificaciones puntuales en los turnos, pero siempre respetando el plazo de cinco días de aviso. Avisar con menos tiempo no solo es inadecuado, sino que vulnera el derecho del trabajador a organizar su jornada laboral. Sin embargo, no todos los cambios de turno son ilegales; si estos ocurren de manera esporádica y justificada, no debería haber problemas.
Impacto de los cambios de turno en la vida laboral
El conflicto emerge cuando los avisos de última hora se convierten en una práctica habitual. “Si ocurre alguna vez de forma esporádica no pasa nada, pero no debe ser continuo”, aclara Lorente. Cuando estos cambios urgentes se repiten, se está ante un incumplimiento de las obligaciones empresariales. Los trabajadores no deberían vivir pendientes del móvil ni reorganizar su vida diaria debido a decisiones improvisadas.
Tener horarios establecidos es un derecho laboral básico que permite a los empleados conciliar, descansar y planificar su vida personal. Juanma Lorente destaca que todos los trabajadores tienen derecho a esta estabilidad y a reclamar cuando no se respeta su derecho a una organización mínima de su jornada laboral. La defensa de estos derechos es esencial para asegurar un entorno de trabajo justo y equilibrado.
