La Comisión Europea ha actualizado sus previsiones económicas para España, destacando un notable impulso en el consumo que favorece la recuperación. Según el informe de previsiones de otoño, presentado el pasado lunes, la inflación general se reducirá significativamente, alcanzando el 2,5% en 2025 y moderándose aún más hasta el 2% en 2026.
Este descenso en la inflación se acompaña de una mejora en el panorama fiscal, ya que el déficit público seguirá disminuyendo. Se estima que se situará en el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2025 y alcanzará el 2,1% en 2027, lo que refleja un avance significativo en la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Factores que impulsan el crecimiento
Las proyecciones de Bruselas subrayan que estas mejoras son resultado de un paquete de medidas que busca estimular la economía mediante el fomento del consumo y la inversión. El consumo privado, que ha mostrado signos de recuperación, es uno de los motores principales que están impulsando el crecimiento económico en el país.
Además, los expertos de la Comisión destacan que la política fiscal adoptada por el gobierno español ha contribuido a la estabilización económica. Estas medidas no solo apuntan a una mejora en el déficit, sino que también están diseñadas para generar confianza entre los consumidores y los inversores.
Perspectivas a largo plazo
Las previsiones de inflación y déficit son alentadoras, pero Bruselas advierte que el contexto global puede influir en la trayectoria económica de España. Desafíos como la incertidumbre geopolítica y las fluctuaciones en los mercados energéticos podrían impactar los resultados previstos. Sin embargo, la recuperación del consumo sugiere un camino positivo hacia la estabilidad económica.
En conclusión, las previsiones de la Comisión Europea reflejan un optimismo cauteloso respecto a la economía española. Con un enfoque en políticas que fomenten el crecimiento y la sostenibilidad fiscal, el país podría estar en una senda de recuperación robusta en los próximos años.
