Barcelona ha establecido un escenario presupuestario con horizonte a 2029, proyectando un presupuesto récord de 4.500 millones de euros. Esta decisión fue aprobada inicialmente por el gobierno municipal liderado por Jaume Collboni, que ha trazado una previsión económica para los próximos cuatro años. A finales de este ejercicio, el consistorio registró ingresos de 4.000 millones y gastos que alcanzaron cifras similares, lo que pone de manifiesto la necesidad de un crecimiento significativo en ambas áreas.
Incremento de ingresos y gastos
El objetivo del gobierno municipal es ambicioso, ya que pretende incrementar tanto los ingresos como los gastos en 500 millones de euros de aquí a 2029. Para lograr esta meta, el plan prevé que los ingresos del consistorio alcancen los 4.546 millones y los gastos los 4.551 millones para ese año. Para ello, se estima un aumento progresivo de los ingresos anuales que permitirá alcanzar estas cifras.
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha indicado que el Ayuntamiento contempla una variación del IBI del 2,06% para 2027 y del 0,4% para los ejercicios siguientes. Asimismo, se prevé un incremento en el IBI de características especiales, que sumará dos millones de euros en 2027. Otro de los puntos clave en esta estrategia es el aumento del recargo de la tasa turística, que se incrementará en un euro anual hasta alcanzar un tope de ocho euros en 2029.
Otras fuentes de ingresos y ahorro
Además de las modificaciones en el IBI, el gobierno municipal espera también un incremento en la recaudación por tasas y otros ingresos del 2,7% para 2027, 1,1% en 2028 y 1,3% para 2029. Se estima un comportamiento estable de los ingresos patrimoniales, con un ligero incremento del 0,25% a partir de 2027 debido a la incorporación de nuevas viviendas de alquiler a través del Institut Municipal d’Habitatge (IMHAB).
El consistorio prevé unos ingresos anuales de cinco millones de euros procedentes del Estado entre 2027 y 2029, en relación con la capitalidad cultural de Barcelona. En 2027, se incorporarán 20 millones de euros de la Diputación, y la gestión de activos generará ingresos recurrentes de 3,2 millones de euros anuales por ventas patrimoniales e indemnizaciones sustitutivas de edificabilidad.
En cuanto al ahorro bruto, los planes municipales estiman un crecimiento de 44 millones de euros en el periodo 2025-2029, elevando el ahorro de 675 millones en la actualidad a 719 millones en el último año considerado. Este aumento en el ahorro permitirá a la capital catalana fortalecer su economía y afrontar inversiones adicionales.
Por último, el gobierno municipal espera mantener una deuda estable a lo largo de este periodo. En 2025, el endeudamiento sobre los ingresos corrientes se ha fijado en 33,3%, con una proyección del 33,6% para 2029, lo que garantiza una gestión financiera prudente.
