La selección española de fútbol femenino ha logrado avanzar a las semifinales de la Eurocopa tras vencer a Suiza en un partido que, aunque lleno de sufrimiento, demuestra la determinación de La Roja. El encuentro, disputado en el estadio Wankdorf de Berna, estuvo marcado por la tensión y el esfuerzo de ambas partes, pero finalmente, España se llevó la victoria por 2-0.
El primer gol llegó de la mano de Athenea en el minuto 61, seguido de un segundo tanto de Pina que selló el triunfo cinco minutos después. Sin embargo, el camino hacia la victoria no fue sencillo, ya que España falló dos penaltis, uno de ellos ejecutado por Mariona y otro por Alexia, lo que generó incertidumbre en el equipo. A pesar de esto, España demostró un dominio claro en el juego, aunque le costó concretar las oportunidades creadas.
Un partido lleno de tensión y esfuerzo
Desde el inicio del encuentro, la afición suiza creó un ambiente electrizante, apoyando a su equipo con fervor. España, sin embargo, no se dejó intimidar y mantuvo la posesión del balón. La primera gran oportunidad llegó a los 7 minutos, cuando Mariona fue derribada en el área, pero el penalti resultante fue fallado. A pesar del revés, España continuó presionando y generando ocasiones, aunque se encontró con una defensa suiza bien organizada.
En el descanso, el equipo de Montse Tomé se retiró con un dominio total del juego, pero sin el resultado deseado. El inicio de la segunda parte mostró a una España más decidida, con un cambio táctico que buscaba romper la defensa suiza. Fue entonces cuando Athenea, que había entrado como sustituta, se convirtió en la heroína del partido al marcar el primer gol.
Un camino hacia la gloria continental
El segundo gol, anotado por Pina, fue un auténtico golazo que dejó sin palabras a los más de 20 000 aficionados suizos. Con este tanto, España selló su lugar entre las cuatro mejores selecciones de Europa, un logro que no se alcanzaba desde hace 28 años. La victoria provocó un estallido de alegría entre los seguidores españoles, quienes comenzaron a entonar el famoso cántico «¡Que viva España!».
A pesar de las dificultades y los dos penaltis fallados, España ha demostrado su capacidad para superar obstáculos y mantener el enfoque en su objetivo de conquistar la Eurocopa. Ahora, el equipo espera conocer a su rival en semifinales, con la esperanza de seguir avanzando en esta emocionante competición.
La victoria de España no solo es un triunfo deportivo, sino también un símbolo de perseverancia y espíritu de lucha. La selección ha sabido adaptarse y crecer en momentos difíciles, lo que augura un futuro prometedor en el fútbol femenino europeo.