miércoles, noviembre 19, 2025

La percepción de uno mismo y la imagen del político en la sociedad

Un antiguo epitafio nos recuerda la efímera condición humana, pero también revela nuestra autopercepción distorsionada.
por 19 noviembre, 2025
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El antiguo epitafio «Como te ves, yo me vi; como me ves, te verás» nos invita a reflexionar sobre nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás. Este mensaje, que puede parecer pesimista, también tiene un trasfondo significativo en la manera en que nos enfrentamos a nuestra realidad. En este sentido, es interesante explorar cómo nos valoramos y cómo esa percepción influye en nuestra relación con la política y los políticos.

La autopercepción en el contexto social

Según diversos estudios realizados por instituciones como el Real Instituto Elcano y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mayoría de las personas tiende a verse a sí misma de forma más favorable que la media. Este fenómeno, conocido como el efecto de superioridad ilusoria, sugiere que muchos se consideran más inteligentes, atractivos y competentes que sus semejantes. Aunque no todos se vean como un «Adonis», la mayoría se siente bien respecto a sus atributos positivos.

Sin embargo, cuando se trata de evaluar a los demás, la percepción cambia. Muchas personas tienden a ver a otros como menos atractivos, menos inteligentes y menos capaces. Esta distancia en la percepción puede explicar, en parte, la desconfianza generalizada hacia los políticos, quienes, en su afán por captar votos, a menudo recurren a tácticas simplistas que subestiman la inteligencia del electorado.

La política y la percepción del electorado

A medida que se acercan las elecciones, los discursos políticos tienden a simplificarse, y los líderes parecen convencidos de que los ciudadanos tienen una memoria corta. En este contexto, las promesas se convierten en frases vacías, y los argumentos se repiten sin sustancia. Esta estrategia revela una falta de respeto hacia el votante, a quien se trata como si careciese de criterio y capacidad crítica.

El filósofo Fernando Savater ha señalado que «hay políticos inmorales y ciudadanos tontos», lo que sugiere una crítica hacia aquellos que, en su búsqueda de poder, no dudan en manipular la percepción del electorado. Sin embargo, muchos analistas, como Rick Shenkman, advierten que esta tendencia a subestimar al votante puede ser peligrosa, ya que fomenta la ignorancia y la susceptibilidad a la manipulación.

A pesar de este escenario, es crucial reconocer que, en muchos lugares, los ciudadanos aún poseen la capacidad para ejercer una ciudadanía activa y crítica. No se trata de ser meros votantes pasivos; es fundamental cuestionar los mensajes políticos y exigir propuestas concretas y viables. La capacidad de discernir entre quienes realmente buscan servir a la nación y aquellos que solo buscan vender ilusiones es una cualidad que aún persiste en la sociedad.

Así, la reflexión sobre cómo nos vemos y cómo vemos a los demás nos lleva a un dilema fundamental: ¿qué tipo de políticos queremos? La percepción de uno mismo y la imagen que proyectamos son pilares de la democracia, y es responsabilidad de todos mantener una postura crítica y exigente ante quienes pretenden representarnos.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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