El Fibwi Mallorca logró su segunda victoria de la temporada en un emocionante partido contra el CB Zamora, que estuvo a punto de completar una remontada histórica. El equipo local, que llegó a tener una ventaja de 22 puntos, se vio presionado en los instantes finales, pero un inspirador Jon Ander Aramburu con sus triples decidió el encuentro a favor de los mallorquines.
Desde el inicio, el Fibwi Mallorca mostró una gran intensidad en la pista del Son Moix, y rápidamente tomó el mando del partido. Al finalizar el primer cuarto, los locales se marcharon al segundo cuarto con una ventaja de cuatro puntos (25-21). Fue en el segundo cuarto cuando el equipo desató una lluvia de triples, liderados por Lysander Bracey, quien firmó una actuación notable en su primera gran tarde con la camiseta del Fibwi Mallorca y se fue al descanso con 17 puntos anotados.
A su lado, Brian Vázquez con 11 puntos y Pedro Bombino con 12, contribuyeron a que el marcador se situara en un prometedor 55-41 al descanso. Sin embargo, el descanso no favoreció a Zamora, que comenzó el tercer cuarto encajando un parcial de 8-0 y acumulando una preocupante cifra de pérdidas de balón, que ascendieron a 13 al finalizar la primera parte.
El equipo dirigido por Pablo Cano experimentó una relajación excesiva, lo que permitió a Zamora reducir la diferencia a tan solo ocho puntos. El final del tercer cuarto fue un claro aviso de que el partido estaba lejos de estar decidido. Cuando comenzó el último cuarto, la tendencia se mantuvo y Zamora llegó a ponerse por delante en el marcador a falta de dos minutos, gracias a un juego colectivo destacado.
Fue en ese momento crítico cuando Jon Ander Aramburu emergió como el héroe del partido. Con el marcador en 80-81, el jugador vasco anotó dos triples consecutivos que no solo revitalizaron a su equipo, sino que también incendiaron la afición en Son Moix. A estos tiros se sumaron un robo clave de Lysander Bracey y una falta antideportiva de Naspler, que sellaron un triunfo agónico para los mallorquines.
Esta victoria no solo es un alivio para el Fibwi Mallorca, sino que también refuerza la moral del equipo en su regreso a la competición, dejando claro que poseen la capacidad para luchar en los momentos más difíciles.