El UEMC ha conseguido su primera victoria de la temporada en la Segunda Federación Española de Baloncesto (FEB) al vencer a Ponferrada en un partido lleno de emociones. La afición de Pisuerga, que había estado acostumbrada durante años a la LEB Oro, ahora enfrenta una nueva realidad con el descenso a esta categoría.
La segunda jornada de la Copa España mostró un baloncesto diferente, donde las imprecisiones y los errores fueron protagonistas. El cambio de chip para los aficionados se ha hecho evidente, ya que durante ocho años disfrutaron de la LEB Oro con sus alegrías y miserias. Esta nueva etapa requiere de paciencia y adaptación a un juego más vertiginoso, que a menudo se traduce en posesiones cortas y un ritmo frenético.
El partido y su desarrollo
En el encuentro, el equipo dirigido por David Barrio se mostró superior en varios aspectos, destacando un 52-30 en valoración al descanso, a pesar de que el marcador indicaba un ajustado 46-40. La victoria se decidió en los últimos instantes, cuando Pau Isern, el mejor jugador del encuentro, brilló con una acción individual decisiva que aportó el triunfo tras un tiempo muerto. Su actuación fue crucial, especialmente después de que Sergio Romero empatara el partido con un triple a falta de 11 segundos, dejando el marcador en 82-82.
La afición que se reunió en Pisuerga aplaudió el esfuerzo del equipo, consciente de que esta victoria es solo el primer paso en un camino que promete ser desafiante. La realidad de la Segunda FEB no solo implica un cambio en la categoría, sino también en la forma de vivir el baloncesto, donde el espectáculo queda en segundo plano y las victorias se convierten en el verdadero motor para conectar con los aficionados.
Reflexiones sobre el futuro
Este nuevo desafío para el UEMC y su afición será complicado, pero no imposible. La adaptación al nuevo estilo de juego, con un arbitraje que permite más contactos y un juego menos estructurado, requiere tiempo. Sin embargo, el compromiso del equipo y la entrega de los aficionados podrán ser clave para superar las dificultades que se presenten a lo largo de la temporada.
La primera victoria oficial deja claro que el UEMC tiene el potencial de enganchar a los seguidores de Pisuerga, quienes deberán ajustar sus expectativas y aprender a disfrutar de un baloncesto donde el resultado final será el principal atractivo. Con paciencia y trabajo, esta nueva etapa podría ser el inicio de una prometedora trayectoria en el baloncesto español.
