El FC Barcelona logró inscribir a Joan García y a Marcus Rashford horas antes del partido contra el RCD Mallorca, pero la jornada estuvo marcada por un incidente que casi frustra el debut del joven portero. En el calentamiento, un mal gesto provocó que García sufriera una luxación en el dedo meñique de su mano izquierda, lo que generó una gran preocupación en el entorno del club azulgrana.
A pocos minutos del pitido inicial, Joan García se vio obligado a abandonar el campo y dirigirse al túnel de vestuarios, lo que llevó a dudar sobre su participación en el encuentro. En ese momento crítico, la intervención del médico del club, el Dr. Ricard Pruna, resultó fundamental. Con una habilidad notable, Pruna se encargó de recolocar el dedo del futbolista, que evidenciaba un gran dolor y se tapaba la cara, incapaz de evitar hacer gestos de sufrimiento.
Aunque el incidente generó tensión entre los aficionados y el cuerpo técnico, la situación se resolvió y Joan García pudo finalmente debutar como titular en el partido que se disputó en el estadio Son Moix. El encuentro culminó con una victoria del FC Barcelona, que se llevó los tres primeros puntos de la temporada, y el portero logró mantener su portería a cero, lo que sin duda contribuyó a su confianza y a la del equipo.
Este debut, aunque marcado por un susto, se convierte en un hito importante para el joven guardameta de Sallent, que ha trabajado arduamente para llegar a esta oportunidad en el primer equipo. La actuación del Dr. Pruna demuestra una vez más la importancia del personal médico en situaciones críticas, asegurando que los jugadores reciban la atención necesaria para continuar en el campo. Todo quedó en un susto y el FC Barcelona puede estar satisfecho con su rendimiento en este inicio de temporada.