Alperen Sengun ha dejado de ser conocido como ‘Baby Jokic’ y se ha consolidado como una de las estrellas emergentes de la NBA. Con sólo 23 años, este jugador turco se ha convertido en un referente tanto en su equipo, los Houston Rockets, como en la selección nacional de Turquía, donde ha demostrado su talento en el Eurobasket 2025. Su evolución es notable, y su rendimiento en la cancha habla por sí mismo.
Un All Star en ascenso
Desde su debut en la NBA, Sengun ha sido objeto de comparaciones con figuras como Nikola Jokic, pero él mismo ha declarado que prefiere forjar su propio camino. En febrero de 2025, se convirtió en All Star, un reconocimiento que reafirma su posición en la élite del baloncesto. Con el fichaje de Kevin Durant, los Rockets han dado un paso decisivo en su reconstrucción y se perfilan como serios aspirantes al título.
El impacto de Sengun en el Eurobasket ha sido impresionante. En un reciente partido contra Serbia, anotó 28 puntos, capturó 13 rebotes y repartió 8 asistencias, llevando a su equipo a la victoria y demostrando su capacidad para brillar en momentos cruciales. Su promedio en el torneo es de 22 puntos, 10,7 rebotes y 6,7 asistencias, lo que le coloca como un candidato al MVP del torneo.
Un camino forjado a base de esfuerzo
La historia de Sengun es una de perseverancia. Nacido en Giresun, Turquía, ha superado numerosas adversidades desde su infancia, incluyendo múltiples lesiones. Su amor por el baloncesto lo llevó a dejar su hogar a una edad temprana para perseguir su sueño. Su talento no pasó desapercibido y, tras ser MVP en la liga turca, fue seleccionado por los Rockets en el draft de 2021, donde Rafael Stone, el ejecutivo del equipo, identificó en él un potencial único.
La temporada pasada, Sengun promedió 19,1 puntos, 10,3 rebotes y 4,5 asistencias, consolidándose como una pieza clave en un equipo que, tras años de reconstrucción, ha comenzado a dar frutos. En los playoffs, a pesar de no lograr avanzar, mostró su capacidad en partidos de alta presión, y su rendimiento en la temporada ha sido un indicativo de su crecimiento y adaptación al juego de la NBA.
Con su estilo de juego distintivo, que combina la visión de juego de un playmaker y la fortaleza física de un pívot, Sengun ha capturado la atención de aficionados y analistas. Su forma de jugar, centrada en el poste y con escaso uso del tiro de tres puntos, lo convierte en un jugador singular en el baloncesto moderno.
La llegada de Ime Udoka al banquillo de los Rockets ha sido crucial para su desarrollo. Udoka, conocido por su enfoque disciplinado y su habilidad para trabajar con jóvenes talentos, ha sido un factor determinante en la evolución de Sengun como jugador. A medida que avanza la temporada, su impacto en el equipo se vuelve cada vez más evidente, y su ambición de ser uno de los mejores jugadores de la liga está claramente en marcha.
En resumen, Alperen Sengun no solo ha dejado atrás el apodo de ‘Baby Jokic’, sino que está construyendo su legado en la NBA y en la selección turca. Con un futuro brillante por delante, su trayectoria promete seguir sorprendiendo a todos los amantes del baloncesto.
