En un descubrimiento sorprendente, un grupo de abejas de las orquídeas en la selva costarricense ha revelado una organización social sin precedentes, caracterizada por la ausencia de reinas y jerarquías. Este hallazgo, publicado en la revista Biology Letters, desafía las creencias establecidas sobre la estructura social de estos insectos, proporcionando una nueva perspectiva sobre su comportamiento y vida en comunidad.
Ubicadas en el sureste de Costa Rica, estas abejas de la especie Euglossa cybelia forman una «comuna» en la que dieciseis hembras cohabitan y crían a su descendencia en un nido común. A diferencia de las abejas melíferas y los abejorros, que operan bajo la estricta dominación de una reina, estas abejas han optado por una vida más libre, según el equipo de investigadores liderado por Jonas Henske, de la Universidad de Bochum (Alemania).
Una estructura social revolucionaria
Durante tres años, los científicos se adentraron en la selva tropical para estudiar este fenómeno inusual. Henske destaca que estas abejas no están sujetas a la eusocialidad obligada, un sistema donde la organización social es estrictamente jerárquica. En cambio, las hembras forman un pacto silencioso de convivencia, cuidando de sus propias crías mientras colaboran en la construcción del nido.
El estudio revela que las abejas no son todas hermanas, lo que indica que el grupo no se origina de un único linaje familiar. Esta estructura social es única, ya que se asemeja a algunas culturas humanas tradicionales donde varios miembros de la comunidad crían a los niños. Pablo Vargas, investigador del Real Jardín Botánico, comenta que este tipo de anidación comunal es raro y abre la puerta a nuevas investigaciones sobre la evolución social de los insectos.
Desafíos en la investigación
El comportamiento de anidación observado es poco común, ya que solo un pequeño porcentaje de las más de 250 especies de abejas de las orquídeas han mostrado patrones similares. Aunque las hembras estaban apareadas, el nido solo albergaba machos al inicio, lo que parece ser una estrategia para reducir la competencia entre hermanas, dado que los machos abandonan el nido al madurar.
Los esfuerzos de los investigadores no se detendrán aquí. El equipo planea continuar la búsqueda de nidos en áreas remotas de la selva, una tarea que puede llevar semanas. El objetivo es entender mejor las interacciones entre las hembras y los factores que las llevan a fundar un nido juntas, lo que podría ofrecer nuevas perspectivas sobre la vida social de estos insectos.
El descubrimiento de esta sociedad alternativa de abejas en la selva costarricense no solo desafía conceptos establecidos, sino que también invita a cuestionar la evolución de la vida comunitaria en otros organismos. A medida que avancen las investigaciones, los científicos esperan desvelar más secretos sobre estas fascinantes criaturas y su forma de vida única.
