Las noches de agosto nos brindan uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año: la lluvia de estrellas Perseidas. Este fenómeno, que atrae la atención de miles de observadores, es el resultado de la interacción de la Tierra con el cometa 109P/Swift-Tuttle, un astro que, además de su belleza, es considerado el más peligroso conocido por la humanidad.
La lluvia de Perseidas se produce cuando la Tierra atraviesa la órbita de este cometa, que pierde partículas a su paso por el Sistema Solar. Estas partículas, al ingresar en la atmósfera terrestre, se desintegran a unos 100 kilómetros de altura, creando el efecto visual que todos disfrutamos. Según el célebre astrónomo Carl Sagan, estos son «copos que caen» que brillan en el cielo nocturno.
Este año, el pico de actividad de las Perseidas se espera entre el 11 y el 13 de agosto, siendo el 12 de agosto el día más propicio para la observación.
Historia y características del cometa
El cometa recibió su nombre en honor a sus descubridores, Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle, quienes lo identificaron de forma independiente en 1862. Sin embargo, ya en 1835, el astrónomo belga Adolphe Quetelet había notado la periodicidad de la lluvia de meteoros en agosto, aunque no conectó el fenómeno con el cometa. Fue Giovanni Schiaparelli en 1865 quien estableció esta relación.
El cometa Swift-Tuttle, que tiene un diámetro medio de 26 kilómetros, es el mayor objeto del Sistema Solar que pasa repetidamente cerca de la Tierra. Se mueve a una velocidad de 60 km/s, lo que lo hace cuatro veces más rápido que el asteroide que se cree causó la extinción de los dinosaurios. Su órbita, muy elíptica, presenta un periodo de aproximadamente 133 años, y está en resonancia 1:11 con el planeta Júpiter.
Un posible impacto y su estabilidad
El cometa Swift-Tuttle es considerado «el objeto más peligroso conocido por la humanidad», según el libro Impact!: The Threat of Comets and Asteroids de Gerrit L. Verschuur. Tras su redescubrimiento en 1992, se observó que su paso por el perihelio podría coincidir con un posible impacto contra la Tierra o la Luna el 14 de agosto de 2126. Sin embargo, tras observaciones más recientes, se ha recalculado su órbita, determinando que no representa una amenaza durante los próximos dos mil años.
El próximo paso del cometa se producirá en 2126, y pasará a 22,9 millones de km de la Tierra el 5 de agosto. Se prevé que su encuentro más cercano ocurrirá el 15 de septiembre de 4479.
Así, mientras disfrutamos de la belleza de las Perseidas cada año, es fundamental recordar que detrás de este espectáculo celestial está el cometa Swift-Tuttle, un recordatorio de la complejidad y el misterio del universo en el que vivimos.
