El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el inicio del procedimiento para determinar la sede física del futuro Centro Nacional de Vulcanología, un proyecto que ha despertado el interés tanto de la isla de La Palma como de Tenerife. Durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo, la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, destacó que el objetivo es establecer un centro que promueva la investigación científica y tecnológica, así como la coordinación nacional en este ámbito.
Un proceso transparente y ágil
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, junto con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, ha anunciado que la selección de la sede se llevará a cabo mediante un procedimiento de tramitación de urgencia. Esto permitirá acortar los plazos antes de la creación de esta entidad del sector público estatal. El ministro Ángel Víctor Torres calificó el anuncio como una «buena noticia para la descentralización» de la administración del Estado y aseguró que el proceso está abierto a todas las regiones de España que deseen presentar candidaturas.
Torres también subrayó que se establecerá una comisión encargada de determinar «razones objetivas» para decidir el lugar más apropiado, considerando también la opinión de los gobiernos autonómicos. Este enfoque busca garantizar un proceso justo y transparente, en el que cada isla pueda argumentar su idoneidad.
La historia detrás del centro
El pasado año, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que el futuro centro tendría su sede en el archipiélago canario. Diana Morant, ministra de Ciencia, afirmó que «será un centro de excelencia, de referencia internacional y va a estar en Canarias, que es donde le toca estar». Desde entonces, tanto La Palma como Tenerife han formalizado su interés por albergar esta institución científica a través de declaraciones institucionales de sus cabildos.
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha manifestado su preferencia por ubicar la sede principal en Tenerife, argumentando que es la isla con mayor riesgo volcánico de España y que alberga el Teide, un volcán que se encuentra cerca de áreas densamente pobladas y que podría provocar desastres en caso de una erupción. Además, el instituto señaló que la ubicación de la sede en Tenerife se alinea con decisiones unánimes de las cámaras legislativas, como el Senado en 2005, el Parlamento de Canarias en 2006 y el Congreso de los Diputados en 2009, que respaldaron la creación de esta entidad.
El desarrollo de este procedimiento es un paso importante para consolidar un centro que no solo facilite la investigación sobre vulcanología, sino que también sirva como un punto de referencia para la gestión de riesgos volcánicos en el archipiélago canario, una zona geográficamente activa y vulnerable.
