El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr., ha anunciado la cancelación de 22 proyectos destinados al desarrollo de vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm). Esta decisión, comunicada el pasado martes, implica la anulación de una inversión total de 550 millones de dólares que estaba bajo la supervisión de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomedicina Avanzado (BARDA).
Kennedy justificó la medida afirmando que “revisamos la ciencia, escuchamos a los expertos y actuamos”. Según su comunicado, los datos revelan que las vacunas de ARNm no protegen de manera efectiva contra infecciones de las vías respiratorias superiores, como el COVID-19 y la gripe. “BARDA está cancelando 22 inversiones en el desarrollo de vacunas de ARNm porque los datos muestran que no protegen eficazmente”, añadió el secretario.
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Con respecto a la reorientación de los fondos, Kennedy mencionó que el dinero será destinado a plataformas de vacunas “más seguras y amplias que mantengan su eficacia incluso con las mutaciones del virus”. Esta reestructuración no solo afectará a los proyectos de vacunas, sino que también impactará a importantes farmacéuticas como Moderna, que estaba desarrollando una vacuna contra el H5N1, y Pfizer, entre otras.
Los contratos con empresas como Luminary, ModeX, Seqirus, Sanofi Pasteur y Gritstone experimentarán una reducción en su alcance. Aunque algunos contratos en fase final podrán continuar, Kennedy dejó claro que no se iniciarán nuevos proyectos relacionados con ARNm. Sin embargo, aseguró que otros proyectos de tecnología ARNm no se verán afectados por estas cancelaciones.
Kennedy, conocido por ser un difusor de información controvertida sobre las vacunas, enfatizó que su departamento sigue comprometido con el apoyo a “vacunas seguras y eficaces”. La decisión de cancelar estos proyectos ha generado reacciones mixtas dentro de la comunidad científica, especialmente considerando que las vacunas de ARNm, como las de Pfizer-BioNTech y Moderna, han sido reconocidas por su eficacia y seguridad en la lucha contra el COVID-19, logrando salvar millones de vidas.
Cabe recordar que los pioneros de esta tecnología, Katalin Karikó y Drew Weissman, han recibido numerosos premios, incluido el Nobel de Medicina y el Premio Princesa de Asturias, por sus contribuciones en el desarrollo de estas vacunas innovadoras que han revolucionado la medicina.
La decisión de Kennedy se suma a una serie de acciones que ha tomado desde su nombramiento, como el despido de 17 miembros del comité que asesoraba sobre la vacunación en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Esta medida fue criticada por expertos en salud, quienes advierten sobre la necesidad de mantener la confianza del público en las vacunas.
