Los opositores de Educación en Extremadura han lanzado una campaña de recogida de firmas que ya ha superado las 1 000 firmas verificadas a nivel nacional. El objetivo es reformar un sistema que consideran «totalmente carente de objetividad». Esta iniciativa ha sido impulsada por Víctor Méride, un aspirante de 30 años que ha intentado acceder a las pruebas de Secundaria en tres ocasiones sin éxito, quedando siempre en lista supletoria.
La preocupación por el sistema actual ha llevado a Méride a extender el proceso de firmas a comunidades como Andalucía, Madrid, Asturias y Aragón. Explica que «los cambios afectan a todo el país, salvo en lo relativo a la lectura del temario, que es algo exclusivo de nuestra comunidad». Este aspecto es uno de los puntos más controversiales: en Extremadura, los aspirantes deben leer obligatoriamente la parte teórica después de realizar el examen, un procedimiento que no se aplica en ninguna otra comunidad autónoma.
Problemas del sistema actual
El proceso actual supone un gasto adicional para los opositores, ya que, por ejemplo, si un aspirante es de Plasencia y el examen se realiza en Badajoz, debe realizar dos viajes adicionales: uno para el examen y otro para la lectura. Esto implica costes de transporte, alojamiento y comidas que podrían evitarse.
Las modificaciones que reclaman se centran no solo en el temario, que consideran obsoleto, sino también en la modalidad del examen. Exigen que el formato sea tipo test, similar al de las oposiciones para Policía Nacional, Guardia Civil o Administración. En su caso, el examen actual es de desarrollo, abarcando entre 69 y 75 temas, lo que significa que «te juegas todo a las cuatro papeletas que salgan».
Además, otro de los reclamos es la necesidad de anonimato en los exámenes, ya que actualmente el nombre del aspirante aparece ante el tribunal, un aspecto que «no garantiza imparcialidad y, además, hay poca transparencia. No estamos pidiendo nada raro, solo igualdad con otros procesos selectivos».
Contenidos desactualizados y condiciones inadecuadas
En cuanto a los contenidos, Méride señala que no existe un modelo oficial único, lo que provoca que las unidades no se actualicen desde 1993. Por último, los opositores piden que los exámenes se realicen en estaciones climáticas más favorables. Actualmente, se llevan a cabo el 21 de junio, cuando las aulas no están acondicionadas para soportar altas temperaturas, lo que genera problemas de salud como mareos, desmayos y deshidratación.
A pesar de que ya han conseguido más de 1 000 firmas a través de la plataforma Change.org, su meta es alcanzar las 50 000 para presentarlas ante el Ministerio de Educación. El objetivo de esta iniciativa es reducir el sesgo personal en la evaluación y garantizar un conocimiento más amplio del temario.
