El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla ha mostrado su descontento tras la decisión de la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA) de rechazar la implantación del Grado en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial en la ciudad para el próximo curso académico. Jesús Romero, diputado delegado de Universidad, considera que los argumentos presentados por el organismo evaluador “en absoluto deberían ser determinantes” y denuncia que esta decisión representa un obstáculo injustificado para el crecimiento académico de Melilla.
Romero resaltó que los motivos expuestos en el informe de la ACCUA son objeciones menores y afirmó que algunos de ellos cuestionan la capacidad de Melilla para desarrollar un grado universitario, lo cual califica de inadmisible. “Los criterios técnicos que ha utilizado la agencia andaluza para desestimar el proyecto no reflejan la realidad”, declaró el diputado, aludiendo también a la entrevista con Salvador del Barrio, director de la ETSIIT de la Universidad de Granada, donde se mencionaron la falta de profesorado permanente con grado de doctor y dudas sobre la infraestructura académica necesaria.
Pese a este revés, el Ejecutivo melillense no se desanima. Romero aseguró que la Universidad de Granada volverá a presentar la solicitud para implantar este grado en Melilla y que la administración local mantendrá su apoyo total a este proyecto. “Consideramos que, sin ninguna duda, para el curso 2026/2027 estará ya disponible en nuestra ciudad”, indicó, subrayando que esta negativa no altera la hoja de ruta institucional que busca consolidar a Melilla como ciudad universitaria.
Críticas a la ACCUA y el proceso de validación
El diputado fue más allá al calificar la actuación de la ACCUA como un obstáculo excesivo. “A veces, en el sistema aparecen efectos adversos o anomalías que generan informes técnicos con una capacidad ejecutiva que no deberían tener”, criticó. Según Romero, estos bloqueos comprometen la agilidad del desarrollo universitario local y obligan a replantear el funcionamiento de las agencias evaluadoras.
“Criticamos el funcionamiento de esta agencia. Ya lo expresó el rector de la Universidad de Granada: necesita una revisión urgente en su agilidad y en la calidad de los informes que emite. Consideramos que ha tenido una capacidad ejecutiva desproporcionada que no le corresponde”, lamentó. Desde la perspectiva del Ejecutivo local, este rechazo refleja más un fallo de procedimiento que una evaluación objetiva del potencial del grado.
Romero recalcó que se trata de una titulación innovadora, sin antecedentes en la mayoría de universidades y que no debería medirse con los mismos criterios que títulos tradicionales. “Estamos hablando de una carrera nueva, que no requiere décadas de trayectoria como otros grados. Melilla está tan capacitada como cualquier otra ciudad universitaria para acogerla”, añadió.
Nuevos grados en el horizonte
Además de reactivar la solicitud del grado en Ciencia de Datos e IA, Romero anunció que la Ciudad Autónoma también apuesta por la implantación del grado en Podología. “Empieza ya el proceso de verificación. Queremos que en el curso 2026/2027 Melilla cuente con dos nuevas titulaciones universitarias”, explicó.
Ambos proyectos forman parte de la estrategia institucional para diversificar la oferta académica en Melilla y consolidar su campus universitario. Sin embargo, Romero reconoció que el proceso de validación de nuevos grados es excesivamente lento y burocrático. “La estructura de verificación necesita reformas profundas. No puede ser que iniciativas tan necesarias encuentren este nivel de dificultad para salir adelante”, apuntó.
El informe de la ACCUA, según explicó el propio Salvador del Barrio, incidía especialmente en la falta de profesorado permanente y la escasez de doctores con vinculación estable al campus melillense. Este tipo de requisitos, subrayó Romero, están alejados de la realidad del desarrollo universitario actual. “Estas objeciones no solo son técnicas, sino que contienen un sesgo institucional que frena la igualdad de oportunidades entre territorios”, sostuvo.
El diputado entiende que hay exigencias que deben cumplirse, pero también cree que hay margen para la flexibilidad, especialmente cuando existe voluntad política, financiación y respaldo académico para sacar adelante una titulación. “Melilla merece que su crecimiento universitario no se vea condicionado por trabas administrativas innecesarias”, sentenció.
Frente a quienes ven en este fracaso una señal de deterioro en las relaciones institucionales con la Junta de Andalucía, Romero defendió la solidez del vínculo. “Esos acuerdos entre la Junta de Andalucía y la Ciudad Autónoma de Melilla están más vivos que nunca. Estamos colaborando en múltiples ámbitos: universidad, turismo, cultura, comunicación audiovisual… Nunca antes habíamos tenido una conexión tan activa entre dos administraciones”, afirmó.
En este sentido, negó que la decisión de la ACCUA suponga una ruptura del respaldo andaluz a los proyectos educativos melillenses. “Durante el gobierno del PSOE en la Junta no se prestó esta atención a Melilla. Ahora, en cambio, hay una voluntad clara de cooperación y entendimiento”, señaló.
Romero finalizó su intervención subrayando que esta negativa no altera el rumbo del Gobierno local. “Es una pena, pero en absoluto merma nuestro objetivo de convertir a Melilla en una ciudad plenamente universitaria. La demora es mínima, y de toda dificultad hay un aprendizaje”, concluyó.
