Melilla ha dado un paso significativo en la lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual al celebrar la quinta edición de las Jornadas contra este fenómeno. Este evento se ha consolidado como un espacio esencial de reflexión, análisis y coordinación institucional, abordando una de las violencias de género más invisibilizadas y graves.
La jefa de la Unidad Contra la Violencia de Género, Laura Segura, destacó la relevancia de la consolidación de este evento en el calendario local, subrayando la importancia de estas jornadas como un medio para trabajar de manera colaborativa en la lucha contra la trata. “Es quizás uno de los más importantes delitos y vulneraciones de derechos humanos que se ejercen sobre las mujeres y niñas”, afirmó Segura.
El impacto de la trata en la salud y la necesidad de un enfoque colaborativo
Segura hizo hincapié en que más del 90% de las víctimas de trata son mujeres y niñas, lo que resalta la clara dimensión de género de este delito. Desde la Unidad, se insiste en la necesidad de adoptar un modelo victimo céntrico, que escuche y atienda a las mujeres desde sus propias experiencias para facilitar su recuperación.
La colaboración entre administraciones, instituciones y cuerpos de seguridad es clave para garantizar una atención integral a las víctimas. Fiona Bellshaw, directora de Relaciones Institucionales de FIET Melilla, subrayó la importancia de unir esfuerzos en esta lucha. “Es muy importante que todos vayamos juntos en una misma dirección”, aseveró Bellshaw, quien resaltó que esta red de colaboración mejora la atención a las mujeres afectadas.
En la misma línea, Elisabeth Arrojo, directora médica de INMOA, destacó la falta de información sobre la situación que enfrentan muchas de estas mujeres. “El cáncer está muy relacionado con factores de estrés e infecciones que sufren las mujeres, que no se atreven a contarlo”, explicó Arrojo, haciendo un llamado a aumentar la sensibilización sobre estos temas.
Contenidos y objetivos de las jornadas
Las jornadas se desarrollan durante dos días, el 24 y 25 de septiembre, y abordarán de manera crítica los delitos relacionados con la trata y la explotación sexual. Expertos y representantes institucionales discutirán sobre los efectos de la trata en la salud física y mental de las mujeres y el papel de las nuevas tecnologías en la captación y explotación.
Segura alertó sobre la capacidad del machismo y la violencia para adaptarse a los nuevos entornos digitales, enfatizando que “el machismo y la violencia se camuflan y tienen una capacidad brutal de adaptarse a la sociedad”. Bellshaw añadió que la trata se está moviendo al ámbito digital, lo que requiere un enfoque actualizado y coordinado.
Uno de los desafíos mencionados por Segura es la dificultad para obtener datos reales sobre la trata, ya que muchos casos no se judicializan. “Es fundamental mejorar la identificación de estas víctimas para poder ofrecerles la protección que necesitan”, afirmó. Un avance significativo ha sido la acreditación de trata más allá del procedimiento judicial, lo cual permite a las víctimas acceder a recursos esenciales.
Organizaciones como FIET desempeñan un papel crucial en la identificación de situaciones de riesgo, ofreciendo a las mujeres la posibilidad de entrar en programas de protección. Bellshaw enfatizó que muchas de estas mujeres son migrantes, lo que agrava su vulnerabilidad, por lo que es vital proporcionarles un acompañamiento integral que les permita recuperar sus proyectos de vida.
La seguridad de las víctimas es un derecho fundamental, y las mujeres identificadas pueden optar por ser testigos protegidos, lo que incluye un protocolo de protección para ellas y el equipo que las acompaña. “Generalmente, buscan reubicarse fuera de la ciudad para garantizar su seguridad”, concluyó Bellshaw, resaltando la importancia de este trabajo colaborativo.
