miércoles, noviembre 19, 2025

Los trastornos alimentarios: riesgos persistentes para la salud

Un estudio revela que la anorexia y bulimia aumentan gravemente el riesgo de problemas de salud a largo plazo.
por 19 noviembre, 2025
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Los impactos de los trastornos alimentarios en la salud son complejos y duraderos. MADRID, 19 (EUROPA PRESS) Los impactos en la salud de los trastornos alimentarios, como la anorexia, la bulimia y los atracones, no solo son complejos, afectando a muchos sistemas orgánicos diferentes, sino que también son duraderos, según un amplio estudio de seguimiento de la Universidad de Manchester (Reino Unido) publicado en la revista de acceso abierto 'BMJ Medicine'. Los riesgos de padecer afecciones graves, como diabetes, insuficiencia renal y hepática, fracturas y muerte prematura, son particularmente elevados durante los primeros 12 meses tras el diagnóstico. Sin embargo, estos riesgos elevados persisten durante años, lo que subraya la necesidad de contar con servicios de salud multidisciplinarios integrados y oportunos, así como con un seguimiento continuo para mejorar los resultados, concluyen los investigadores. Los investigadores señalan que las tasas de trastornos alimentarios en el Reino Unido han aumentado significativamente desde las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, aunque se conocen bien las consecuencias negativas, tanto mentales como físicas, los efectos a largo plazo se comprenden menos, añaden. Para fortalecer la base de evidencia, los investigadores examinaron registros médicos anonimizados en el 'Clinical Practice Research Datalink', vinculados a las estadísticas de episodios hospitalarios y a los datos de certificación de defunciones de personas de toda Inglaterra durante un período de 20 años (de 1998 a 2018 inclusive). Unas 24.709 personas, de entre 10 y 44 años, con un trastorno alimentario diagnosticado, fueron emparejadas por edad, sexo y centro de atención primaria con hasta 20 personas sin estos trastornos (493.001 en total), y se realizó un seguimiento de su salud mental y física durante 10 años. La mayoría (89%) de la muestra total era femenina. Entre las personas con t

Los trastornos alimentarios tienen consecuencias que van más allá de la alimentación, afectando gravemente la salud física y mental de quienes los padecen. Un reciente estudio realizado por la Universidad de Manchester ha evidenciado que la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón no solo afectan la vida en el presente, sino que también dejan cicatrices durante años, incluso después de comenzar la recuperación. Publicado en la revista de acceso abierto BMJ Medicine, el estudio subraya la importancia de un apoyo continuado para quienes sufren estos trastornos.

Los investigadores han analizado registros médicos anonimizados del Clinical Practice Research Datalink, vinculando datos de episodios hospitalarios y certificaciones de defunciones de personas de toda Inglaterra entre 1998 y 2018. Aproximadamente 24 709 personas, de entre 10 y 44 años y diagnosticadas con un trastorno alimentario, fueron emparejadas por edad y sexo con hasta 20 personas sin estos trastornos, totalizando 493 001 individuos.

Impacto en la salud a largo plazo

El estudio revela que los trastornos alimentarios están relacionados con un aumento significativo en el riesgo de problemas de salud. Durante el primer año tras el diagnóstico, los pacientes con trastornos alimentarios tienen 6 veces más probabilidades de sufrir insuficiencia renal y casi 7 veces más probabilidades de ser diagnosticados con enfermedad hepática. Además, los riesgos de osteoporosis, insuficiencia cardíaca y diabetes también son alarmantemente elevados, alcanzando tasas de 3 a 6 veces mayores en comparación con la población general.

Los efectos negativos no se limitan a la salud física; también se extienden a la salud mental. Un año después del diagnóstico, el riesgo de depresión es 7 veces mayor y el de autolesiones se incrementa más de 9 veces. Estos riesgos permanecen elevados incluso cinco años después del diagnóstico, lo que enfatiza la necesidad de atención continua y especializada.

Consecuencias mortales

Los datos revelan que el riesgo de muerte por cualquier causa es considerablemente mayor durante el primer año tras el diagnóstico. En particular, el riesgo de muertes no naturales, incluyendo el suicidio, se multiplica por cuatro en este periodo. A los diez años, las cifras son igualmente preocupantes, con 95 muertes adicionales por cada 10 000 personas por todas las causas y 341 muertes adicionales por causas no naturales.

Los investigadores advierten que, aunque el estudio no incluye la gravedad de los trastornos alimentarios, los datos demuestran los efectos a largo plazo y la necesidad de un modelo de atención más cohesionado. Esto incluye tanto la atención primaria como la especializada, abarcando servicios de salud física y mental. Se hace un llamado urgente para concienciar a los profesionales sanitarios sobre estos efectos duraderos y la importancia de un seguimiento exhaustivo para ayudar en la recuperación de los pacientes.

En conclusión, el estudio de la Universidad de Manchester resalta la gravedad de los trastornos alimentarios y la necesidad de un enfoque integrado en su tratamiento, subrayando que la recuperación requiere un compromiso continuo y un sistema de apoyo robusto para abordar las complejidades de estos trastornos.

Redacción

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