viernes, noviembre 14, 2025

Los juegos de mesa: una herramienta educativa en Melilla

Los juegos de mesa resurgen como clave educativa y familiar en Melilla, adaptándose a nuevas generaciones.
por 14 noviembre, 2025
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En Melilla, los juegos de mesa han cobrado una nueva relevancia como recursos educativos, didácticos y de ocio, adaptándose a las necesidades de familias, educadores y profesionales de la salud. A medida que las pantallas dominan el tiempo de ocio, estos juegos se mantienen como una alternativa valiosa para fomentar la conexión, el aprendizaje y la diversión.

Manuela Saavedra, responsable de Eurekadis, una tienda especializada en juguetes educativos, señala que la demanda de juegos familiares ha aumentado notablemente. «Lo que más me piden son juegos con los que puedan jugar en familia. Sobre todo, las abuelas buscan entretenimiento para compartir con sus nietos», comenta Saavedra. Clásicos como el parchís, Hundir la flota o el dominó siguen siendo populares, pero ahora llegan con nuevos colores y diseños atractivos para las nuevas generaciones.

La tendencia de los juegos de bolsillo

En el Pequeño Bazar, Rocío Cañadas destaca otra tendencia en auge: los juegos de bolsillo. Títulos como Virus, Sushi Go y Uno son los más vendidos entre los adolescentes. “Aunque estén pensados a partir de los 7 años, les encantan y vienen ellos mismos a comprarlos”, afirma Cañadas. Su tamaño compacto y precio asequible los hacen ideales para aquellos que buscan alternativas a los juguetes tradicionales.

Para muchas familias, los juegos de mesa también son herramientas educativas. “Hay juegos que trabajan la motricidad fina, la memoria visual y la creatividad”, explica Saavedra. Otras opciones, como las regletas y juegos de lógica, son solicitadas por colegios y especialistas que buscan recursos concretos para estimular el desarrollo cognitivo de niños y adultos. “Estos juegos son ideales para Infantil y Primaria, pero también para personas mayores con problemas cognitivos”, añade.

Beneficios más allá de la diversión

Un estudio publicado por la Universidad de Salamanca en la revista Education in the Knowledge Society analizó más de 90 investigaciones sobre el uso de juegos de mesa en contextos educativos y sociales. Los resultados son claros: estos juegos estimulan la concentración, mejoran la gestión emocional y promueven el trabajo en equipo, la empatía y la resolución de conflictos. Además, el juego genera un ambiente de aprendizaje relajado que favorece la expresión emocional y la interacción social.

La organización Oxfam Intermón refuerza esta visión, subrayando que los juegos de mesa fomentan la comunicación y el cumplimiento de normas. “Ayudan al desarrollo de habilidades sociales y de convivencia”, indican, animando a las familias a recuperar estos espacios lúdicos como forma de educar en valores y fortalecer vínculos afectivos.

En Melilla, los hogares están comenzando a adoptar esta práctica. Las tardes de otoño e invierno están llenas de tableros y cartas, donde padres y abuelos encuentran en estos juegos una forma de compartir tiempo de calidad. “No solo para los pequeños, también para los adolescentes o incluso para los adultos. Yo tengo tres juegos pensados para mi hija de 18 años estas Navidades”, añade Cañadas.

El impacto de los juegos de mesa trasciende lo anecdótico. A pesar de ser tradicionalmente asociados a la infancia, estos juegos siguen siendo relevantes en todas las etapas de la vida. Títulos como Cluedo, Pictionary o Party son comunes en reuniones familiares. “Con algo de beber y unos frutos secos, te sientas con amigos y echas unas partidas. Es un rato sano y divertido”, dice Cañadas con una sonrisa.

La industria del juego ha sabido adaptarse a las nuevas generaciones, creando versiones temáticas inspiradas en series, películas y videojuegos, así como formatos portátiles. Todo esto busca atraer a un público muchas veces absorbido por el universo digital.

Los juegos de mesa también cumplen una función inclusiva. El estudio mencionado demuestra que permiten la participación de todos sin importar edad o capacidad cognitiva, promoviendo la igualdad y el respeto. Además, son herramientas económicas y reutilizables, lo que los hace valiosos en contextos educativos o familiares con recursos limitados.

Aunque cada año se lanzan nuevas propuestas, hay juegos que nunca pasan de moda. “El parchís, el dominó, el quién es quién… siguen entre los más buscados”, reflexiona Saavedra. En un mundo que cambia rápidamente, recuperar los juegos tradicionales es una forma de mantener viva parte de nuestra cultura y nuestra infancia.

Jugar es mucho más que un pasatiempo; es una manera de aprender, convivir y conectar con los demás. En una sociedad a menudo dominada por las prisas y el exceso de estímulos, los juegos de mesa invitan a detenerse, mirar a los ojos y disfrutar del momento, lo que quizás sea su mayor valor.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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