El investigador brasileño Leonardo Cury da Silva, especialista en viticultura regenerativa, ha enfatizado la necesidad de adoptar este enfoque en Canarias como respuesta a la crisis climática que afecta a la región. Durante sus recientes visitas a Tenerife y La Palma, organizadas por la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y la Universidad de La Laguna (ULL), Cury abordó temas cruciales como la sostenibilidad y la resiliencia de los viñedos del archipiélago.
En sus charlas, el experto subrayó los paralelismos entre Canarias y regiones vitícolas de Latinoamérica, como Serra Gaúcha en Brasil y los viñedos tropicales de altitud, destacando la importancia de la viticultura regenerativa en estos contextos. Según Cury, los suelos volcánicos de las islas, que son especialmente vulnerables a la erosión y a la escasez de agua, requieren técnicas que aumenten la materia orgánica y promuevan un suelo vivo y biodiverso.
Prácticas regenerativas como respuesta a la crisis climática
Cury propuso que la implementación de técnicas regenerativas fortalecería el sistema radicular de las plantas y reduciría la dependencia de insumos externos. Entre las prácticas mencionadas, destacó la doble poda, común en regiones tropicales, como una herramienta útil para gestionar ciclos vegetativos ante climas impredecibles en Canarias. Esta técnica permite optimizar el crecimiento de las vides y adaptarse mejor a las condiciones climáticas cambiantes.
El investigador también citó ejemplos exitosos de viticultura regenerativa en Brasil y Perú, donde la regeneración de los viñedos ha permitido la producción de vinos con mayor expresión del terruño y complejidad sensorial. Estas experiencias refuerzan la competitividad internacional de estas regiones y muestran el potencial que tiene Canarias para posicionarse en un mercado vitivinícola global en constante evolución.
Inversión estratégica para el futuro del vino canario
Finalmente, Leonardo Cury afirmó que la adopción de prácticas regenerativas no solo es necesaria, sino que representa una inversión estratégica para Canarias. Esta transición garantizaría la resiliencia de los viñedos, la preservación del paisaje agrícola y el fortalecimiento de la identidad territorial de los vinos del archipiélago. En un mercado cada vez más orientado hacia la sostenibilidad, la calidad y la autenticidad, la viticultura regenerativa se presenta como una herramienta clave para el futuro del sector vinícola en Canarias.
