La Consejería de Educación de la Junta de Extremadura ha decidido eliminar cinco másteres impartidos por la Universidad de Extremadura. Esta medida ha suscitado un intenso debate y preocupación entre estudiantes y académicos, especialmente en lo que respecta al máster en Investigaciones Históricas.
Una decisión polémica
Los másteres que serán suprimidos son los de Simulación en Ciencias e Ingeniería, Creación de Empresas e Innovación, Dirección TIC, Cirugía de Mínima Invasión Urológica Avanzada e Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras. Aunque no tengo conocimientos específicos sobre los primeros cuatro, parece evidente que disciplinas como la creación de empresas y la cirugía seguirán siendo necesarias en la región. Sin embargo, el máster en Investigaciones Históricas ha generado un rechazo notable entre la comunidad académica.
Durante la pasada Feria del Libro de Cáceres, la autora Jessica Carmona defendió su investigación sobre la violencia y justicia en los territorios extremeños, lamentando la eliminación de un programa que le había permitido formarse sin salir de su comunidad. Esta supresión ha llevado a varios estudiantes y docentes a organizar concentraciones para solicitar al rector que reconsiderara la decisión.
Argumentos en disputa
El principal argumento de la Junta para justificar la eliminación de estos másteres es el bajo número de matriculados, que en los últimos años ha sido inferior a diez. Sin embargo, este dato no refleja la realidad del sector educativo, ya que cada año se gradúan aproximadamente unos cuarenta estudiantes, la mayoría de los cuales se dirige a la enseñanza secundaria. La Universidad de Extremadura no incurre en costos adicionales, ya que la formación es proporcionada por los docentes del propio centro.
La afirmación de que se busca «optimizar la oferta académica» ha sido criticada por muchos, quienes consideran que en realidad se está empobreciendo el panorama educativo de la institución, especialmente en una Facultad de Letras que ha visto menguar su relevancia en los últimos años. La supresión de estos másteres puede tener consecuencias a largo plazo, afectando no solo a la calidad de la formación, sino también al futuro profesional de los estudiantes que buscan especializarse en estas áreas.
La controversia generada por esta decisión de la Junta de Extremadura pone de manifiesto la creciente tensión entre las políticas educativas y las necesidades de la comunidad académica, así como la importancia de mantener una oferta formativa que responda a las demandas del mercado laboral y a la cultura local.