Álvaro Bilbao, reconocido neuropsicólogo y psicoterapeuta, ha lanzado un mensaje claro y contundente a los padres a través de su cuenta de Instagram: «Tus hijos merecen crecer como niños, no como adultos». Este poderoso llamamiento se centra en el fenómeno de la parentalización, un término que se refiere a la situación en la que los niños asumen responsabilidades que no les corresponden, afectando así su desarrollo emocional y psicológico.
¿Qué es la parentalización?
Bilbao explica que la parentalización o parentificación es un fenómeno psicológico en el que el niño o la niña comienza a asumir responsabilidades prácticas o emocionales de los padres. Este comportamiento se origina cuando el menor percibe una falta de madurez emocional en sus progenitores, lo que le obliga a adoptar roles que no debería desempeñar a su edad.
El neuropsicólogo señala que este tipo de dinámicas familiares no son indicativas de madurez en el niño, sino que representan una forma “silenciosa de desprotección”. Con ello, se pone de manifiesto la necesidad de que los adultos reflexionen sobre sus propias capacidades emocionales y su papel en el desarrollo de sus hijos.
Señales de advertencia
Bilbao también menciona cinco señales que pueden indicar que un niño está sufriendo de parentalización. Estas incluyen cambios en la conducta, como asumir el rol de cuidador de sus padres, mostrar una preocupación excesiva por el bienestar familiar o tener dificultades para establecer límites saludables. La identificación y la atención a estas señales son cruciales para garantizar un entorno seguro y protector para el desarrollo adecuado de los niños.
Este mensaje de Álvaro Bilbao resuena con fuerza en un contexto donde la salud mental infantil es cada vez más relevante. La parentalización puede tener consecuencias a largo plazo, afectando no solo la infancia, sino también el bienestar emocional en la vida adulta. Por ello, es esencial que los padres tomen conciencia de estos fenómenos y trabajen en su propia madurez emocional, permitiendo a sus hijos disfrutar de una infancia plena y libre de responsabilidades inapropiadas.
