A comienzos de 2025, la NASA ha redefinido su hoja de ruta tecnológica y estratégica bajo la dirección de su nuevo administrador interino, Sean Duffy. Una de las principales prioridades de esta nueva gestión es acelerar el desarrollo de un reactor nuclear lunar, una innovación que podría sentar las bases para futuras misiones a Marte. Duffy tiene un objetivo claro: replantear la colaboración con el sector privado para establecer nuevas estaciones espaciales que reemplacen a la Estación Espacial Internacional (EEI), cuya retirada está prevista para finales de esta década.
El plan de la NASA para el reactor nuclear
La propuesta de la NASA se centra en un reactor de fisión nuclear que podría ofrecer una fuente de energía estable y eficiente para abastecer a futuras bases lunares, donde la luz solar no siempre está disponible. Aunque la agencia ya había otorgado contratos a empresas privadas para diseñar prototipos de reactores pequeños, la nueva estrategia busca ir más allá. La NASA convocará a la industria para construir un reactor más potente que esté listo para el año 2030.
Los ingenieros y científicos de la NASA ya están visualizando cómo este diseño podría adaptarse para futuras misiones a Marte, donde la necesidad de energía autónoma será aún mayor. La energía nuclear se presenta como la solución ideal para la exploración espacial a largo plazo gracias a su naturaleza compacta, duradera y resistente a entornos extremos.
Transición hacia estaciones espaciales privadas
Paralelamente, Duffy ha impulsado una segunda directiva significativa que afecta el futuro de la Estación Espacial Internacional. Con su vida útil acercándose a su fin en 2030, la NASA planea transferir progresivamente la responsabilidad a estaciones espaciales privadas. Esta transición ya estaba en marcha, pero la nueva orientación busca flexibilizar los modelos contractuales para adaptarse mejor a las fluctuaciones presupuestarias.
En lugar de un enfoque rígido de financiación, la NASA permitirá mayor modularidad en los contratos, facilitando que distintas compañías desarrollen componentes o incluso estaciones completas de forma progresiva. La intención es crear un ecosistema de infraestructura espacial comercial que potencie la colaboración entre lo público y lo privado.
Estas decisiones estratégicas fueron anunciadas poco después de un encuentro histórico entre Sean Duffy y Dmitry Bakanov, el nuevo director de la agencia espacial rusa Roscosmos. La reunión, la primera entre líderes espaciales de Estados Unidos y Rusia desde 2018, abordó temas cruciales como el futuro de la EEI y la posibilidad de colaboraciones conjuntas en la exploración lunar.
Con estos pasos, la NASA no solo está redefiniendo su papel en la exploración espacial, sino también sentando las bases para un futuro en el que la energía nuclear jugará un papel fundamental en la conquista del espacio.
